Puntos clave:
¿Te has preguntado alguna vez qué es la renta fija? En este artículo te mostramos todo lo que necesitas saber acerca de esta clase de productos de inversión.
Como todo tipo de activos financieros, la renta fija tiene sus ventajas e inconvenientes. Sin embargo, representa una de las opciones de inversión más clásicas y populares debido a que presenta un menor riesgo. Te contamos más detalles a continuación.
Al hablar de renta fija se hace referencia a una gran cantidad de productos financieros; todos ellos con una característica en común: ofrecen una rentabilidad conocida de antemano por el inversor, generalmente en forma de intereses. Por ello, son activos que representan una deuda.
Estos activos se suelen conocer popularmente como “bonos” (es el activo de renta fija más característico) y representan una de las opciones de inversión más seguras del mercado; ya que invertir en renta fija significa que, al comprar el activo, actúas como un prestamista.
Las empresas y los gobiernos emiten esta clase de valores para conseguir dinero a corto plazo para sus gestiones. De esta forma, pueden desarrollar su actividad o emprender algún tipo de proyecto a cambio de endeudarse. Es una de las fuentes de financiación más utilizadas.
Se trata de una emisión de deuda al público y cada activo representa una porción de ella. Como esta deuda está fraccionada y representada en títulos-valores, se tiene la posibilidad de comprarla y venderla fácilmente.
Por así decirlo, es la forma que tenemos de hacer transferible esa deuda que adquiere la empresa o gobierno con los que invierten en ella mediante este método. Es por ello que un inversor puede acudir a la emisión de deuda y posteriormente vender sus activos de renta fija en el “mercado secundario” a otro inversor particular, empresa, institución.
Si has comprado un título de renta fija y lo tienes en tu poder, tienes derecho a percibir los intereses periódicos que se compromete el emisor a pagar por prestarle el dinero. Además, al vencimiento de la deuda, el emisor te deberá abonar la cantidad invertida.
Los intereses normalmente son fijos durante toda la vida del activo hasta su vencimiento, pero también existen deudas que ofrecen interés variable, aunque están vinculados a una referencia (por ejemplo el Euríbor o algún otro índice) los inversores tienen la posibilidad de hacer estimaciones del rendimiento que van a obtener.
Existen varias tipologías de productos de renta fija en los que puedes invertir y se clasifican de varias formas. Algunas de las más básicas son las siguientes.
Esta clasificación hace referencia a quién emite los activos. En otras palabras, quién es la entidad que necesita financiación y por ello vende títulos de renta fija al público inversor:
Una de las características principales de la renta fija es que tiene un vencimiento, al contrario que las acciones. En base a cuál sea la “duración” o la vida del título (desde la emisión hasta el vencimiento), podemos encontrarnos con diferentes tipos de activos:
También existen otros tipos de valores de renta fija, algunos de los más conocidos son:
¿Por qué los inversores deciden colocar sus ahorros en activos de renta fija? Existen varios motivos, pero uno de los principales es el menor riesgo que tienen este tipo de productos, en contraste con las acciones de empresas.
Como las acciones ofrecen un rendimiento variable, puesto que depende de los beneficios anuales que tenga la empresa, su valoración y su precio en el mercado también puede cambiar significativamente.
Mientras tanto, los bonos y los demás activos de renta fija ofrecen un rendimiento fijo y conocido de antemano. Por ello, su precio no fluctúa con tanta violencia en el mercado secundario, en condiciones normales. Son más estables.
Además de ello, la renta fija tiene otras ventajas:
Ahora bien, que un producto de renta fija tenga menos riesgo que un producto de renta variable (acciones de empresas) no significa que no tenga. Es más, tienen varios tipos de riesgos y un inversor debe tenerlos presentes:
Como hemos comentado, los activos de renta fija se compran y se venden en un mercado financiero, similar a la Bolsa de Valores. En otras palabras, una vez emitidos pueden cambiar de manos.
Así pues, para invertir en renta fija puedes acudir directamente a la emisión o comprar en el “mercado secundario” un título a otro inversor que lo venda. Esta segunda opción es más sencilla, solo necesitas un intermediario financiero o bróker que negocie en el mercado en tu nombre.
Pero ¿a qué precio compras el activo en el mercado secundario? El valor de mercado puede variar por varios motivos. Por ejemplo:
En realidad, el análisis y la valoración de la renta fija es incluso más complicado que el de las acciones. Es más difícil encontrar gangas (activos de calidad que cotizan a bajo precio).
Por esta razón, muchos inversores prefieren utilizar los fondos de inversión o ETFs de renta fija. Se trata de una cesta de activos de renta fija diversificada y administrada por un profesional. Simplemente comprando participaciones del fondo, inviertes en una parte de esta cartera de activos.
Para ello puedes abrir una cuenta con un bróker y comenzar a invertir desde una app en tu móvil. Los brókers y bancos de última generación te ofrecen una gran cantidad de herramientas para acceder a los mercados de forma sencilla y cómoda.
En esta categoría
Artículos relacionados