Puntos clave:
El trading es una forma de invertir en los mercados financieros que consiste en la compra y venta de productos financieros como acciones, divisas o criptomonedas, con el fin de obtener beneficios a corto plazo.
En realidad, el trading tiene ciertas peculiaridades que necesitas conocer, puesto que difiere de la inversión propiamente dicha.
Desarrollar una actividad de trading implica que únicamente prestas atención a los movimientos de precio del activo financiero para obtener beneficios con sus flucutaciones.
Dicho de otro modo, no tienes un interés real por mantener dicho activo. A un trader únicamente le importa la compraventa y los cambios de cotización.
De hecho, en castellano, trading significa comercio (en este caso sería comerciar con activos financieros).
Como trader puedes decidir “operar en largo”, estrategia que se basa en comprar el activo con la intención de venderlo por un precio más alto del que se ha comprado. Es decir, confías en que el valor del activo subirá después de tu compra, y podrás venderlo a un precio de mercado superior.
Aunque también puedes realizar la operación contraria, lo que se conoce como “operar en corto”. En este tipo de estrategia se da un fenómeno algo abstracto, ya que el trader vende una acción que no posee, con la obligación de comprarla en un futuro cercano.
Por ejemplo, quien invierte en corto, “toma prestadas” las acciones de un tercero para venderlas al precio actual de mercado. Si el mercado baja, cuando al tiempo tenga que devolver las acciones, podrá comprarlas a un valor inferior. De este modo habrá tenido un margen de beneficio entre su venta y la posterior compra.
A diferencia de la inversión en sentido estricto, el trading normalmente implica comprar y vender en el corto plazo. Es más, existen traders que abren y cierran posiciones en el mercado en tan sólo cuestión de segundos (es un estilo de trading llamado scalping).
Para hacer trading es necesario que abras una cuenta con un bróker que ofrezca el producto financiero adecuado y la plataforma de inversión; además de un capital inicial y ciertos conocimientos que te permitan tomar decisiones en los mercados.
La plataforma digital es el centro neurálgico de un trader. A través de ella tienes acceso a los activos, analizas el mercado, tomas decisiones, lanzas órdenes, gestionas tu capital, etc.
En cuanto a los productos financieros, generalmente un trader escoge derivados, tales como futuros, opciones o CFDs (contratos por diferencias).
Este tipo de productos permiten tomar exposición a prácticamente cualquier activo financiero (acciones, divisas, índices, ETFs, bonos, criptomonedas, etc.).
El apalancamiento te permite invertir con un capital superior al que tienes en cuenta. Tan sólo dejas bloqueada una fracción de la inversión real en concepto de garantía.
Sin embargo, el apalancamiento financiero es un arma de doble filo, puesto que, si bien te permite multiplicar tus ganancias (algo necesario para operar en cortos espacios de tiempo), las pérdidas también pueden ser mayores.
Por lo demás, los derivados financieros también te permiten operar en corto con la misma facilidad que en largo.
En definitiva, el trading depende de una excelente gestión del capital y el riesgo.
Para aumentar las probabilidades de éxito, los traders profesionales suelen tener en cuenta todos los fenómenos que pueden afectar a la cotización del activo.
Principalmente utilizan el análisis técnico de los mercados financieros. Se trata de un mecanismo para examinar las tendencias y los puntos donde actúa la oferta y la demanda. Se lleva a cabo sobre un gráfico de cotizaciones.
Un trader no entra y sale del mercado sin haber llevado a cabo un análisis, sin calcular los riesgos y sin haber diseñado una estrategia. Del mismo modo, es necesario gestionar la presión psicológica que ejerce el mercado y puede inducir a cometer errores.
En definitiva, el trading es una operativa de riesgo. Nuestra recomendación es que te documentes muy bien antes de hacer iniciarte, ya que realizar análisis del mercado no es sencillo y siempre habrá un componente de azar en todo trade que realices.
Existen herramientas, como las cuentas demo (simuladores) o el copytrading, que pueden servirte de trampolín para ganar experiencia en los mercados financieros.
En el caso de los inversores, el objetivo es convertirse en propietarios de los activos. Obtienen beneficios manteniendo las acciones (mediante dividendos) o vendiéndolas cuando creen que ya no son atractivas, no se ajustan a sus objetivos, etc.
Mientras tanto, los traders no tiene en consideración estas cuestiones. Simplemente buscan activos líquidos y con la suficiente volatilidad para desarrollar una operativa eficaz.
Aunque suelen usarse para definir lo mismo, son cosas distintas: el forex hace referencia al mercado de divisas (dólares, euros, libras, etc.) y el trading es la compraventa de activos a corto plazo.
Puedes hacer trading en forex, que sería operar con pares de divisas y tratar de obtener rentabilidades de las variaciones en el mercado.
Hay miles de activos y mercados financieros en los que puedes hacer trading. Entre ellos se incluyen:
• Acciones
• Índices
• Divisas (Forex)
• ETFs
• Bonos
• Materias primas
• Tipos de interés
• IPOs (Ofertas Públicas Iniciales)
• Criptomonedas
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