La inversión en empresas va más allá de la compra de acciones. Invertir en obligaciones negociables es otra forma de acercarse al mercado a través de la deuda corporativa. Es lo que se conoce como inversión en renta fija.
Invertir en obligaciones negociables es una alternativa única para diversificar tu portafolio con empresas locales, ofreciendo rentabilidad a través de intereses y la posibilidad de vender tu posición en el mercado secundario a un precio superior al inicial.
¿Qué son las obligaciones negociables?
Las obligaciones negociables (ON) son títulos de deuda emitidos por empresas en Argentina. Es como la deuda pública, pero con carácter corporativo, es decir, de compañías privadas que necesitan financiarse.
A través de una emisión de obligaciones negociables, la empresa se compromete a devolver al inversor el dinero en un plazo concreto, más una rentabilidad en forma de intereses pactada de antemano. Esto implica que, como inversor, no serás accionista de la empresa, sino un acreedor.
Los pagos de estas emisiones de deuda pueden ser a vencimiento o, como es más habitual, mediante el pago de un cupón periódico. Por ejemplo, una vez al año o una vez por semestre.
Como todo instrumento de renta fija, tienen un carácter conservador y está orientado a perfiles con poca tolerancia al riesgo. Eso sí, como todo producto de inversión, tiene sus propios riesgos, los cuales veremos más adelante.
Ventajas de invertir en obligaciones negociables
Las obligaciones negociables, al igual que otro tipo de emisiones de deuda corporativa, permiten:
- Diversificar la cartera de inversión: añadiendo un componente de renta fija, en principio más segura y menos volátil que la inversión en acciones, con el fin de aportar estabilidad a tu cartera.
- Invertir en diferentes divisas: lo que en el caso de Argentina permite recibir una renta en dólares, algo importante dada la devaluación constante de los pesos.
- Condiciones pactadas de antemano: con este modelo inversor, conoces de antemano cuánto vas a cobrar por tus inversiones. No hay incertidumbre en torno a la rentabilidad. Por eso se llama renta fija.
- Liquidez: ya que existe un mercado secundario donde vender las emisiones de deuda antes de su vencimiento. Eso sí, en ese caso sí que existe riesgo de no recuperar el total de la inversión como veremos a continuación.
Riesgos de invertir en obligaciones negociables
Como todo producto, la inversión en deuda corporativa mediante obligaciones negociables también tiene sus desventajas.
Estos son los principales riesgos de invertir en obligaciones negociables:
- Riesgo de quiebra o impago: el principal peligro de las obligaciones, y de la renta fija en general, es que el emisor no abone los intereses o el dinero pactado por quiebra. La forma de evitarlo es fijarse en el rating de las empresas emisoras (lógicamente a menor rating mayor riesgo, pero también ofrecerán una mayor rentabilidad potencial).
- Riesgo de tipo de interés: este es un riesgo asociado con el coste de oportunidad y para los casos en los que quieras vender los activos antes de su vencimiento. Viene dado por la propia evolución de los mercados y las fluctuaciones de los tipos de interés. Imagina que inviertes en una deuda al 8% de interés y dos meses después esa empresa u otra similar pone en circulación una obligación al 10%; tu activo valdrá menos en el mercado secundario.
Este último riesgo no aplica para quienes piensan mantener sus obligaciones negociables. En ese caso el rendimiento es seguro, salvo quiebra; aunque es importante saber que existe un coste de oportunidad.
¿Cómo invertir en obligaciones negociables?
Hay dos fórmulas de invertir en este tipo de deuda corporativa:
- En el mercado primario: es cuando la empresa lanza su emisión de deuda. Esta es la fórmula idónea para el inversor de a pie.
- En el mercado secundario: es donde se compran y venden emisiones anteriores. Aquí se negocian obligaciones ya emitidas. Se trata de una forma de proporcionar liquidez a estos activos.
A partir de ahí, existen distintos intermediarios financieros especializados en renta fija que tendrán disponibles diferentes emisiones, tanto para acceder al mercado primario como para negociar en el mercado secundario.
¿Cuándo invertir en obligaciones negociables?
La renta fija proporciona rentabilidades más atractivas en momentos en los que los tipos de interés son altos y a las empresas les sale más barato financiarse de esta forma que mediante otros instrumentos, como préstamos o a través de la bolsa, por ejemplo.
En este sentido, en 2023 hemos vivido un resurgir de la renta fija y las obligaciones negociables han visto aumentada su rentabilidad.
Conclusiones
Invertir en obligaciones negociables supone invertir en un instrumento de deuda corporativa. Es decir, realizar un préstamo a una empresa. Este tipo de inversiones están consideradas como seguras, en contraste con la volatilidad propia de las acciones.
Sin embargo, tienes que tener en consideración que su precio puede fluctuar en el mercado secundario. Aunque siempre que se mantenga la emisión hasta su vencimiento, este riesgo no te tiene porqué afectar.
En síntesis, las obligaciones negociables están orientadas a un inversor de corte conservador, que busca la estabilidad de cobro periódico y estable sin asumir los riesgos de mercado.
