Banca

Puntos clave:

Un banco es una entidad que ofrece una gran cantidad de servicios financieros. Te permite gestionar tus finanzas personales de una forma detallada. Así pues, además de poder depositar tu dinero en una cuenta de ahorro y realizar pagos, también puedes invertir con un banco.

Pero ¿cómo encontrar las mejores ofertas de productos y servicios bancarios? En principio, debes conocer tus necesidades de gestión, financiación e inversión. Después, únicamente se trata de encontrar la oferta que te parezca más atractiva.

¿Qué servicios te ofrece un banco?

El negocio bancario consiste en captar fondos de parte del público y utilizarlos para prestarlos a otros usuarios que los necesiten. En otras palabras, reúnen el ahorro de unas personas para satisfacer las necesidades financieras de otras.

No obstante, la banca se ha ido desarrollando a lo largo de los siglos y se ha convertido en un proveedor de servicios que satisfacen todo tipo de necesidades financieras:

• Gestión del dinero: a través de las cuentas corrientes e instrumentos de pago (como transferencias, tarjetas de débito, TPV en los comercios, etc.).
• Financiación: aunque se trate del modelo de negocio tradicional de la banca, los tipos de préstamos y créditos son cada vez más innovadores y adaptados a las circunstancias del mercado (hipotecas multidivisa, préstamos especiales para financiar estudios, préstamos adaptados a empresas que quieren exportar, etc.).
• Inversión: existen varias formas de invertir en un banco (como bróker y depositario de valores, depósitos, fondos de inversión, etc.).
• Previsión: comercializan planes de pensiones, seguros, etc.

¿Cómo encontrar el mejor banco?

Las ofertas bancarias cambian con mucha facilidad, puesto que se trata de un sector competitivo. Es decir, el que hoy parece que es el mejor banco para un determinado tipo de producto financiero, mañana puede que no lo sea porque otro banco mejora su oferta.

No existe el banco ideal, puesto que cada entidad tiene una cartera de productos y no todos ellos tienen por qué ser los mejores del mercado. Es decir, puedes encontrar un banco idóneo para abrir una cuenta y gestionar tus finanzas, pero puede que no lo sea para solicitar una hipoteca.

Por este motivo, el primer paso para encontrar el mejor banco es definir con claridad qué necesitas:

• Cuenta corriente: es el producto más elemental. Sirve para administrar tus cobros y pagos del día a día. Si tienes una nómina y domicilias el ingreso, es posible que la entidad tenga un tipo de cuenta especial, llamado “cuenta nómina”, que te proporciona una serie de ventajas.
• Cuenta de ahorros: no tiene tantas funcionalidades como la cuenta corriente, pero es un buen mecanismo para separar tus ahorros de la gestión financiera ordinaria. Te permite mantener el dinero seguro, completamente disponible y la mayor parte de ellas te ofrece una remuneración por el saldo que mantengas.
• Tarjeta de débito: es un producto de pago, vinculado a tu cuenta corriente.
• Tarjeta de crédito: también es un producto de pago, pero en este caso el cargo no se produce en tu cuenta corriente sino en una línea de crédito que te concede el banco.
• Hipoteca: se trata de la fórmula más común para comprar una vivienda.
• Préstamo personal: puedes necesitarlo para financiar cualquier proyecto o solventar algún problema económico.

¿Cómo invertir con un banco?

Además de los productos relacionados con la gestión de tus finanzas personales y financiación, el banco también te proporciona una serie de servicios de inversión. El más básico y conocido es el depósito.

Un depósito bancario es el bloqueo de una determinada cantidad de dinero, durante un tiempo establecido y a cambio de un interés. En otras palabras, es un préstamo que tú le haces al banco y por el cual te ofrece una rentabilidad de tu dinero.

La entidad utiliza este dinero para conceder otros préstamos o para llevar a cabo cualquier tipo de operación relacionada con sus negocios en el mundo de las finanzas.

La cuenta de ahorros que probablemente tengas no es más que un depósito bancario. Pero un tipo de depósito denominado “a la vista”, en el cual el dinero no está bloqueado (se encuentra a tu disposición), y por lo tanto, ofrece una rentabilidad casi inexistente.

Por otra parte, puedes utilizar a tu banco como bróker e invertir en activos financieros, como acciones de la Bolsa de Valores, sencillamente abriendo una cuenta de valores. Además de ello, aunque el banco no crea fondos de inversión, puede tener una entidad asociada que sí lo haga. Por lo que es probable que te ofrezca un catálogo de fondos de inversión propios.

En definitiva, a la hora de valorar un producto bancario, tanto de financiación como de inversión, tienes que tener presente:

• Sus funcionalidades.
• La seguridad y solvencia del banco.
• El servicio que te proporcionan.
• Intereses generados.
• Comisiones aplicadas.

Es necesario hacer una búsqueda y comparación antes de contratar o invertir con un banco. Ya que es posible que, si no te fijas, te lleves una sorpresa al ver las comisiones que se te aplican a tus inversiones. Por esta razón, en Mastering Money te ofrecemos información actualizada acerca de las ofertas, características de los productos y criterios para seleccionar adecuadamente, así como otras alternativas disponibles.