Puntos clave:
Hay pocas cosas más universales que los impuestos. Más o menos, da lo mismo, todo el mundo paga tasas, impuestos y tributos independientemente de cuánto dinero tenga o de donde viva.
Entender qué son los impuestos y qué tipos existen es el primer paso para saber si el sistema tributario es justo, si se pagan muchos impuestos en España y qué se hace con ellos.
Quien más y quien menos sabe en qué consisten los tributos. Hacienda los define como “aportaciones dinerarias establecidas por las leyes para proporcionar ingresos a la Hacienda Pública con objeto de que ésta pueda atender los gastos públicos. Se clasifican en impuestos, tasas y contribuciones especiales”.
Para que lo entiendas mejor, los impuestos son pagos que haces al Estado sin que exista una contraprestación directa. Por ejemplo, lo que pagas en la renta no te da ningún beneficio directo, pero sí indirecto al servir como financiación para el Estado.
Las tasas son diferentes, ya que son tributos que sirven para pagar un servicio, como por ejemplo la tasa de basuras que se usa para pagar la recogida de basuras.
El objetivo de los impuestos es que el Estado tenga dinero para ofrecer determinados servicios públicos y también para sostener su estructura política.
No, las cotizaciones sociales no son impuestos. El dinero que pagas a la Seguridad Social y que se descuenta de tu nómina no es ningún impuesto. Son cotizaciones que realizas para tener acceso a ciertos derechos como cobrar el paro, estar de baja o las pensiones públicas.
Hay diferentes tipos de impuestos y no todos funcionan igual ni tienen la misma naturaleza.
La forma más habitual de distinguir los tipos de impuestos es dividirlos entre impuestos directos e indirectos.
Los impuestos directos son los que se aplican sobre una manifestación directa de la capacidad económica o patrimonio de una persona. En otras palabras, son impuestos que gravan el dinero que cobras o tu patrimonio, de ahí que se denominen directos.
Los dos ejemplos clásicos de impuestos directos son el IRPF, que se aplica sobre los ingresos que percibes, y el Impuesto sobre el Patrimonio, que grava los bienes y el dinero que tienes. En ambos casos, pagarás más o menos en función del dinero que ganes o tengas.
Por su parte, los impuestos indirectos gravan el consumo de bienes y servicios. Es decir, no se aplican sobre lo que ganas o tienes, sino cuando realizas algún tipo de acción, como comprar algo.
El mejor ejemplo de este tipo de impuesto es el IVA, que se suma a prácticamente todas las compras que haces y los servicios que contratas. El IVA que pagues depende de tu consumo y por eso es un impuesto indirecto.
Además de esta clasificación, hay otras formas de diferenciar entre tipos de impuestos en función de quien los gestiona o de su carácter. En el primer caso hablaríamos de impuestos estatales, autonómicos o municipales.
En el segundo caso se puede diferenciar entre impuestos regresivos y progresivos. Los impuestos regresivos son impuestos que no tienen en cuenta la capacidad económica del contribuyente.
Son iguales para todos sin importar su patrimonio o sus ingresos, por lo que el esfuerzo es menor para quienes más capital poseen. En argot técnico se dice que captan una tasa relativa menor a medida que el ingreso del contribuyente aumenta. Un ejemplo sería el IVA, que es el mismo para todo el mundo.
Del lado contrario, los impuestos progresivos sí tienen en cuenta esta situación y por eso captan una tasa equitativa en relación a los ingresos del contribuyente. Dicho de otra forma, pagan más quienes más tienen o quienes más ganan.
Un ejemplo sería el IRPF, cuyos tramos fiscales aumentan según lo hacen los ingresos de cada persona.
En España se pagan muchos tipos de impuestos, aunque la mayor parte de la recaudación de Hacienda recae sobre tres: el IVA, el IRPF y el Impuesto sobre Sociedades que pagan las empresas.
Estos son los principales impuestos a los que hay que hacer frente en España:
Es el principal impuesto directo y todo el mundo está obligado a tributar por él a priori. El IRPF grava las rentas obtenidas a lo largo del año, que incluyen desde el salario hasta las pensiones pasando por las actividades económicas y las inversiones. Es un impuesto progresivo donde quienes más ganan también pagan más.
Es como el IRPF, solo que se aplica sobre las personas que no son residentes en España, pero que sí obtienen rentas en el país. También es un impuesto directo y progresivo.
Es el principal impuesto indirecto de España y funciona de forma regresiva. El IVA grava el consumo de bienes y servicios y quien lo paga es el consumidor final.
El tipo que se aplica depende del producto. En España conviven tres tipos de IVA:
Además, hay unos pocos servicios y productos que no incluyen IVA.
Este impuesto grava el patrimonio y, por lo tanto, es un impuesto directo. Además, funciona de forma progresiva y la mayoría de personas en España están exentas de tributar por él.
El Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas es una variación de este tributo que se aplica sobre las personas con un mayor patrimonio.
Es el equivalente al IRPF para las empresas. Este impuesto grava los beneficios que obtienen las empresas y distingue entre el tipo de compañía y su tamaño.
Como el IRPF, es un impuesto directo y progresivo, aunque en menor medida que la renta.
Este es uno de los impuestos más polémicos en España porque para ciertos sectores supone una doble imposición sobre un capital que ya ha pagado impuestos en el IRPF.
Este impuesto es obligatorio y se aplica en toda España, pero depende de las comunidades autónomas, que pueden hacer cambios para adaptarlo a la realidad de su territorio.
El ISD es el impuesto sobre las herencias y también sobre las donaciones. Se trata de un impuesto directo y progresivo.
Es un impuesto indirecto que se aplica sobre determinadas operaciones de empresas y también sobre compraventas patrimoniales que no sean sucesiones ni donaciones. Este impuesto se aplica al firmar una hipoteca o al realizar una subrogación, por ejemplo.
En España también existen impuestos especiales que gravan determinados productos como el tabaco, alcohol, hidrocarburos o la matriculación del vehículo.
A estos tributos hay que sumar otros menores, pero con su importancia como el la Plusvalía Municipal o el impuesto de circulación.
¿Cuántos impuestos se pagan en España? Como has visto, la respuesta depende de tus ingresos y también de tu consumo.
Según los datos de CIS, un 41% de los españoles consideran que se pagan muchos impuestos en España y un 80% asegura que el sistema actual no es justo.
Por su parte, los datos de Hacienda, establecen que el tipo medio efectivo total para renta y gasto es del 15,3%.
Otra forma de enfocar el tema es la que hace la Fundación Civismo que cada año publica un informe sobre el día de la liberación fiscal. El estudio mide el número de días al año que dedicamos a pagar impuestos y cumplir con las obligaciones fiscales.
En 2022 ese día fue el 13 de julio, por lo que los españoles dedicamos una media de 193 días al pago de diferentes
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