¿Es posible compensar las pérdidas patrimoniales en el IRPF? Sí, de hecho, es una de las mejores fórmulas para ahorrar en la renta si sabes cómo planificarlo todo adecuadamente.
Para compensar las pérdidas patrimoniales, lo primero es entender en qué consiste esta herramienta fiscal, cómo funciona y a qué inversiones se puede aplicar; y es precisamente lo que vas a descubrir en este artículo.
¿Qué es compensar pérdidas y ganancias en la renta?
La compensación de rentas del ahorro en el IRPF es la forma que tiene Hacienda de que pagues impuestos por los beneficios reales que has obtenido a través de tus inversiones.
Esta herramienta permite restar las pérdidas patrimoniales que hayas sufrido a las ganancias que hayas obtenido. Es decir, compensar las minusvalías con las plusvalías de tus inversiones y sólo pagues impuestos por el resultado neto.
A modo de ejemplo, si has perdido 1.000 euros invirtiendo en la empresa A y has ganado 3.000 con la empresa B y C, podrás restar la pérdida a las ganancias para calcular el resultado de tus inversiones en la declaración de la renta. De esta forma, será como si solo hubieses ganado 2.000 euros, que es la rentabilidad real de tus inversiones.
Esta misma filosofía se aplica en la declaración de IRPF en la mayoría de las inversiones, salvo excepciones como planes de pensiones, PPAs o las ganancias de las apuestas, por poner tres ejemplos.
¿Cómo se compensan las pérdidas y ganancias?
El mecanismo que acabas de ver funciona de forma similar con casi todas las inversiones, pero no todas tributan igual en el IRPF.
Por este motivo, es importante entender antes cómo se dividen las rentas de ahorro, que es como Hacienda denomina al rendimiento que obtienes por tu dinero más allá de tu salario o actividades economicas.
De forma muy resumida, Hacienda divide las rentas del ahorro entre:
- Rendimientos de capital mobiliario: que incluyen intereses de cuentas corrientes y remuneradas, depósitos, crowlending, dividendos y letras del tesoro, entre otros.
- Ganancias y pérdidas patrimoniales: que abarca el resto de inversiones. Es decir, la mayoría de productos de inversión desde la venta de acciones de bolsa hasta ETFs pasando por fondos indexados, fondos de inversión, CFDs, las criptomonedas. Aquí también se sumaría la venta o donación de la vivienda, de un coche y en general de cualquier elemento patrimonial (cosas que vendas de segunda mano, por ejemplo).
Para que lo entiendas mejor, las ganancias y pérdidas patrimoniales se producen por la transmisión de algún activo. Por otra parte, los rendimientos del capital mobiliario son los beneficios por poner tu dinero a trabajar.
Al hacer la renta, primero se compensan las pérdidas dentro de una de estas dos áreas, y después ya se pueden compensar entre sí, aunque dentro de unos límites que veremos más adelante.
Lo importante es que guardes esa idea de que se empiezan compensando las pérdidas y ganancias dentro de cada activo financiero, después rendimientos de capital mobiliario y ganancias y pérdidas por separado y, por último, se termina juntando todo.
¿Cómo se calcula la pérdida o ganancia patrimonial?
Con los rendimientos de capital mobiliario no suele haber mucha dificultad. Salvo casos concretos, como los intereses de préstamos o el crowdlending, lo normal es que sólo obtengas ganancias y que estas sean fáciles de calcular.
Con las pérdidas y ganancias patrimoniales no ocurre lo mismo. Tanto es así que lo primero será saber si se ha generado una plusvalía o una minusvalía con la transmisión del activo. En otras palabras, si has perdido o has ganado dinero en la venta.
La regla general que se aplica para saber si hay o no ganancia patrimonial al vender un activo y debes tributar por ello es muy simple: restar el precio de compra al precio de venta.
Si el resultado es positivo, hay una ganancia patrimonial. Si es negativo, estarás ante una pérdida patrimonial.
El cálculo real es algo más elaborado porque al precio de compra se pueden sumar los impuestos que pagaste en la adquisición y las mejoras que hayas realizado en el bien. Esto se aplica principalmente a una vivienda, que es quizás el caso más complejo.
La fórmula completa según el Manual de la Renta de Hacienda que puedes consultar aquí es la siguiente:
Hay dos situaciones especiales. El primero es el de los bienes que se heredan o que se reciben mediante donación, cuyo valor de adquisición se calcula de forma diferente. En este caso el precio de adquisición será el valor que figure en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Por lo demás, el cálculo es exactamente el mismo.
El segundo caso es cuando se cobra el dividendo en forma de acciones (script dividend). Con el script dividend, el precio de compra será el resultado de repartir el coste total de la compra de las acciones que originaron derechos de dividendo entre las acciones totales que vendas (las que compraste más las que te dieron vía dividendos).
¿Qué pérdidas y ganancias patrimoniales se pueden compensar?
La norma general es sencilla y se divide en tres pasos:
- Compensa primero las ganancias de cada activo (acciones con acciones)
- Después compensa entre grupos (rendimientos de capital mobiliario con rendimientos de capital mobiliario; ganancias y pérdidas patrimoniales entre sí).
- Compensa rendimientos de capital mobiliario con las pérdidas patrimoniales (en caso de haberlas).
Es decir, si has perdido dinero en el área de ganancias y pérdidas, puedes compensarlo con los rendimientos de capital mobiliario. Eso sí, dentro de unos límites.
En concreto, sólo se puede compensar el saldo positivo de cada grupo hasta un límite del 25%.
Compensar pérdidas de años anteriores
Si el resultado sigue siendo negativo después de la compensación, las pérdidas se podrán guardar para compensarlas en los cuatro años siguientes. De hecho, el cuarto y último paso del proceso sería compensar las pérdidas de ejercicios anteriores.
Por ejemplo, si acumulas pérdidas de 2021, podrás restarlas al final si en 2023 ganaste dinero con las inversiones. De esta forma, pagarás menos impuestos por la rentabilidad obtenida en 2023.
Pero recuerda que el plazo para compensar pérdidas de años anteriores es de cuatro ejercicios. Es decir, que en 2023 podrás compensar las pérdidas del ejercicio 2019 como mucho, pero no de antes. Del mismo modo, si en 2023 pierdes dinero dispondrás hasta la declaración de la renta de 2027 para compensarlo.
El siguiente cuadro de Hacienda resume la situación:
Ejemplo
Y para terminar de entenderlo, nada como un ejemplo concreto. Imagina que es sido el resultado de tus inversiones en 2023:
- Depósitos: + 3.000 € (rendimiento capital).
- Dividendos: + 1.500 € (rendimiento capital)
- Venta de acciones: – 4.000 € (pérdida patrimonial)
- Reembolso de fondos de inversión: + 10.000 € (ganancia patrimonial).
- Pérdidas de años anteriores: – 1.000 €
¿Cómo se integraría todo en la renta? Esta sería la operación paso a paso:
- Integración de rendimientos de capital: + 4.500 €
- Integración de ganancias y pérdidas: + 6.000 € (10.000 – 4.000)
- Suma o compensación de rendimientos y ganancias y pérdidas: + 10.500 €
- Resta de pérdidas de años anteriores y base imponible del ahorro: 9.500 €
Esos 9.500 euros constituyen la base imponible del ahorro, que es la que se someterá a los tipos del ahorro, que son los siguientes:
| Tipos del ahorro | ||
| Ganancias totales | Tipo a aplicar | |
| Desde | Hasta | |
| 0 € | 6.000 € | 19% |
| 6.000 € | 50.000 € | 21% |
| 50.000 € | 200.000 € | 23% |
| 200.000 € | 300.000 € | 27% |
| Más de 300.000 € | 28% | |
Compensar pérdidas patrimoniales con las ganancias es el arma fiscal más poderosa a tu disposición para ahorrar en la renta. Para aprovecharla sólo necesitas planificar y tener en mente los impuestos que pagarás al invertir.
Por ejemplo, si hay una inversión con la que has perdido dinero, puedes hacer aflorar una ganancia para compensar. Del mismo modo, si vas a vender tu casa, te puede interesar liquidar las posiciones con pérdidas para generar una minusvalía y pagar menos impuestos.
