La Ley de la Segunda Oportunidad es una normativa legal diseñada para proteger a las personas que no pueden hacer frente a sus deudas financieras. Su objetivo principal es brindar una oportunidad para liberarse de dichas deudas y permitirles un nuevo comienzo económico.
En este artículo exploraremos en detalle los aspectos clave de esta ley, sus actualizaciones recientes, cómo funciona y quiénes pueden acogerse a ella.
¿Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad?
La Ley de la Segunda Oportunidad (Ley 25/2015, de 28 de julio) es una legislación que busca la protección de aquellos particulares, autónomos o empresas (en ciertos casos) que se enfrentan a una deuda (o cúmulo de deudas) que no pueden pagar.
Así, siguiendo el principio de responsabilidad patrimonial del Código Civil, su principal objetivo es evitar que aquellos que se hallan en una situación de grave insolvencia, debido a factores ajenos a su control, queden atrapados en un ciclo interminable de deudas; y, siempre bajo la buena fe, les permite la posibilidad de reconstruir su situación económica o desarrollar sus proyectos.
En este sentido, La Ley de la Segunda Oportunidad busca nivelar el campo de juego entre las personas físicas y las personas jurídicas (las cuales pueden acogerse a concurso de acreedores).
De esta forma, lo que se persigue es que las personas físicas puedan tener un fórmula jurídica similar al proceso de concurso de acreedores, utilizado por las empresas que se encuentran en dificultades financieras.
Su principal beneficio es que se puede llegar a conseguir la exoneración de las deudas. En otras palabras, que se condonen y perdonen la mayoría de deudas pendientes.
Fases de la Ley de la Segunda Oportunidad
Las personas que deseen acogerse a esta ley deben pasar por varias fases, que incluyen tres etapas principales:
- Acuerdo extrajudicial: en esta fase se busca una renegociación de las deudas de forma extrajudicial con los acreedores. Si no se alcanza un acuerdo satisfactorio, se procede a la siguiente etapa.
- Concurso de acreedores: en esta etapa se solicita ante las autoridades correspondientes la exoneración de las deudas. Si se acepta la solicitud, se inicia un período de control económico y la medida puede estar sujeta a revisión.
- Fase de liquidación y solicitud de exoneración: en esta última etapa se procede a la liquidación de los activos del deudor. Las deudas que no se puedan pagar con los activos disponibles se consideran para la exoneración.
Posibles beneficiarios de la Ley de la Segunda Oportunidad
La Ley de la Segunda Oportunidad está destinada a las personas físicas, lo que abarca particulares, autónomos, empresarios, consumidores en general y familias con una carga excesiva de deudas.
Recientemente también se ha ampliado la cobertura a determinadas empresas, como explicaremos más adelante.
Antes de su entrada en vigor, estas personas debían afrontar sus deudas con su patrimonio actual y futuro. Sin embargo, a partir de esta ley, estos grupos tienen la misma oportunidad que las grandes empresas cuando se enfrentan a un concurso de acreedores.
Requisitos para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad
Existen varios requisitos que deben cumplirse para solicitar la protección de esta ley. Estos factores son esenciales para que un juez considere la petición.
Algunos de los requisitos clave son:
- Situación de insolvencia actual o inminente: el solicitante debe demostrar que no puede hacer frente a la deuda o que lo estará irremediablemente cuando deba realizar los pagos.
- Deudas inferiores a 5 millones de euros: el endeudamiento total no debe superar los 5 millones de euros.
Actuar de buena fe: es decir, honradez y rectitud de conducta. - No haber cometido delitos económicos o de falsedad documental en los últimos diez años.
- No ser declarado culpable en el concurso: el solicitante no debe haber sido declarado culpable en un concurso de acreedores anterior.
- Intento de acuerdos extrajudiciales: se requiere un intento previo de acuerdos extrajudiciales con los acreedores.
- No haberse beneficiado de la ley en los últimos diez años: el solicitante no debe haberse acogido con éxito a esta normativa en la última década anterior a la solicitud.
¿Cómo acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad?
La solicitud para poder optar a la Ley de la Segunda Oportunidad debe presentarse ante el mismo juez que haya tramitado el proceso de exigencia de la deuda o el concurso de acreedores.
Es esencial que en este proceso participen un abogado y un procurador, además de haber intentado previamente el acuerdo extrajudicial con los acreedores que mencionamos al hablar de las fases del proceso.
La solicitud debe incluir un plan de pagos, que abarque un máximo de tiempo de cinco años, al que se comprometa el deudor.
Es importante saber que durante el tiempo que dure el proceso de solicitud ningún acreedor puede realizar embargos o solicitar la cancelación de la deuda, siempre que se cumplan dichos requisitos.
Las hipotecas en la Ley de la Segunda Oportunidad
El caso de una hipoteca es algo especial ya que, si bien el importe en sí no está contemplado por la ley, si puede exonerarse la deuda restante después de que se lleve a cabo la ejecución hipotecaria.
Esto significa que el deudor podría saldar la deuda entregando la vivienda hipotecada.
Esto se conoce como dación en pago, un acuerdo entre la entidad financiera acreedora y el propietario del inmueble.
Así, el deudor puede entregar la propiedad al banco y conseguir la extinción total de la deuda.
Ley de la Segunda Oportunidad para los trabajadores autónomos
Como hemos dicho, los autónomos también están cubiertos por la Ley de la Segunda Oportunidad; de hecho, precisamente se planteó para este colectivo.
De esta forma, pueden acogerse a la misma tanto los que están desarrollando su labor como quienes han tenido que cesar su negocio.
Tras el correspondiente concurso de acreedores, en el que se liquida su patrimonio, exceptuando los activos esenciales para desarrollar su actividad, se puede solicitar la exoneración de deudas y obtener los beneficios de la Ley de la Segunda Oportunidad.
Actualizaciones en la Ley de la Segunda Oportunidad
La Ley de la Segunda Oportunidad ha evolucionado con el tiempo y se han introducido actualizaciones que la hacen aún más efectiva. Algunas de las novedades más relevantes incluyen:
- Ampliación del ámbito de aplicación: Como mencionamos al principio, la ley ahora se aplica a empresas que cumplan ciertos requisitos. Esto amplía su utilidad a negocios con dificultades económicas.
- Reducción de plazos: El proceso se ha agilizado significativamente con la tramitación en los Juzgados Mercantiles. Ahora, un procedimiento sin bienes puede finalizar en tan solo tres meses.
- Mayor sencillez: El proceso de acogerse a la ley se ha simplificado, eliminando la obligación de contar con un mediador concursal y de llevar a cabo una fase extrajudicial ante notario.
- Acceso a financiación: Se promueve el acceso a financiación para quienes se han acogido a la ley mediante la creación de líneas de crédito específicas y la implementación de incentivos fiscales para los inversores que respalden a los deudores.
- Comunicación confidencial al juzgado para superar la insolvencia: Se ha incorporado un mecanismo que permite a los deudores negociar con sus acreedores un acuerdo confidencial para evitar la insolvencia.
- Suspensión temporal de las ejecuciones: Se contempla la posibilidad de solicitar la suspensión temporal de ejecuciones hipotecarias u otras formas de crédito mientras se negocia un acuerdo extrajudicial de pagos o durante la declaración de concurso de acreedores.
- Cancelación directa de deudas de Hacienda y Seguridad Social: Con las modificaciones que ha experimentado la Ley de Segunda Oportunidad, se permite la cancelación de hasta 10.000 euros de deudas con Hacienda y la Seguridad Social, con posibilidad de mayores cancelaciones según la decisión de los tribunales.
