Lo tuyo, tuyo y lo mío, mío. Esa es la esencia del régimen de separación de bienes. Pero, ¿cómo afecta la separación de bienes a la vivienda? ¿Cómo funciona la compra de una casa en separación de bienes? ¿Y cuando se aporta una vivienda a nombre de uno de los cónyuges exclusivamente?
En las siguientes líneas aprenderás cómo resolver esas situaciones, pero lo primero es comenzar por tener claro en qué consiste el régimen de separación de bienes.
Características del régimen de separación de bienes
Al contraer matrimonio es posible escoger diferentes regímenes económicos que marcarán la relación financiera de la pareja.
Los dos más habituales son el régimen de gananciales y el régimen de separación de bienes.
Con el primero, todos los bienes y ganancias que se obtengan dentro del matrimonio serán de ambos cónyuges a partes iguales, a excepción de los heredados o donados. Los bienes que cada uno aportó seguirán siendo privativos (es decir, fuera del régimen de gananciales).
El régimen de separación de bienes se define porque los bienes adquiridos durante el matrimonio también serán privativos. De esta forma, cada persona podrá administrar y disponer de esos bienes como desee.
Por ejemplo, si se compra un coche con su dinero, será suyo exclusivamente y lo mismo con cualquier inversión.
En definitiva, como decíamos al principio, lo tuyo, tuyo, y lo mío, mío, antes y durante el matrimonio; algo que facilita mucho el proceso de separación o divorcio, si llega a producirse.
Cómo comprar casa en separación de bienes
El procedimiento para comprar casa en separación de bienes es el mismo que en gananciales. La única diferencia es que, cada uno de los cónyuges será propietario de la parte que haya aportado efectivamente.
Mientras, en un matrimonio en gananciales, la casa será al 50% de cada uno, independientemente del dinero que haya puesto para la compra.
Esto también afecta al pago de impuestos, que se abonarán de forma conjunta, pero cada uno aportando la parte que le corresponda.
¿Y si es uno solo de los cónyuges quien compra la casa? En este caso, la vivienda estará solo a su nombre y será suya exclusivamente, siempre que no utilice el dinero conjunto para la compra.
Y es que, en separación de bienes también se entiende que puede existir un dinero de los dos a través de cuentas conjuntas o similares.
¿Qué pasa con la hipoteca en separación de bienes?
¿Es posible hacer separación de bienes en la hipoteca al comprar la casa? El banco normalmente no concederá dos hipotecas sobre la misma vivienda igual que tampoco existen dos escrituras sobre la casa.
En este caso, la hipoteca se pagará con el dinero de ambos cónyuges, que deberán repartir el pago según el porcentaje de titularidad de la vivienda. Si no se hace así, puede haber problemas más adelante si te divorcias.
Aunque cada una de las partes tenga un porcentaje de propiedad de la vivienda, la responsabilidad de abonar la hipoteca es conjunta si ambos figuran como titulares del préstamo. Aquí no existe separación, si una parte no paga, tendrá que hacerlo la otra.
Al final, el banco lo único que quiere es cobrar y por eso la responsabilidad es compartida y solidaria. Suele ser así cuando se contrata una hipoteca con dos o más titulares.
¿Cómo comprar la otra mitad de la vivienda en caso de divorcio?
Una de las ventajas de la separación de bienes es que resulta más simple la transmisión de la vivienda porque los porcentajes de titularidad están más claros.
Al divorciarse, se puede realizar una extinción de condominio para que uno de los cónyuges le ceda su parte de la vivienda. Esta fórmula permite ahorrar impuestos frente a una compra-venta tradicional.
Si hay una hipoteca pendiente sobre la vivienda, habría que hablar antes con el banco para hacer una subrogación de titulares y que el préstamo quede a nombre del nuevo propietario.
El peligro de no hacerlo es que la responsabilidad de pagar la hipoteca seguirá existiendo, aunque no sea de tu propiedad. Así, podría darse el caso de que tu expareja dejase de pagar la vivienda y te reclamasen a ti el dinero.
¿Y la vivienda comprada por uno antes del matrimonio?
Un caso diferente se da cuando uno de los dos ya tiene una vivienda o la está comprando.
El régimen de separación de bienes supone una ventaja en este caso, ya que mantendrá la titularidad de la vivienda en todo momento, tanto por el valor que haya pagado ya como por los nuevos pagos que realice si tiene hipoteca.
Pero esto no funciona igual en el régimen de gananciales. Cuando una persona aporta la vivienda en gananciales, la vivienda será suya solo por el porcentaje que haya pagado antes de casarse. El resto se considerará un bien ganancial en caso de divorcio.
Para que lo entiendas mejor, imagina que tienes una casa pagada al 40% y te casas en gananciales. El 60% restante se pagará ya con bienes gananciales (de los dos). En caso de divorcio, se considera que la otra persona ha aportado la mitad de ese 60% a la vivienda, lo equivale a que tiene un 30% de la propiedad.
¿Se puede comprar la otra parte de la vivienda durante el matrimonio?
Sí, se puede adquirir la mitad de la vivienda si se ha contraído matrimonio en gananciales.
La forma de hacerlo será mediante una compra-venta al uso, aunque también se podría hacer a través de una donación si lo que se quiere es regalar la mitad de la vivienda.
¿Se puede vender la vivienda habitual cuando está a nombre de uno de los cónyuges?
Por último, aunque la vivienda sea solo de uno de los dos, hay ciertos límites de lo que se puede hacer con ella.
Uno de ellos lo marca el artículo 1.320 del Código Civil impide vender la vivienda habitual y los muebles de uso diario sin el acuerdo de ambos cónyuges, aunque pertenezcan sólo a uno de ellos.
Es decir, no es tan sencillo vender la vivienda en separación de bienes cuando constituya la vivienda habitual de la familia.
