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La jubilación flexible, qué es y ejemplos prácticos

Jubilacion Flexible

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Artículo escrito por: Julia Morales

Puntos clave:

Como vas a descubrir a continuación, la jubilación flexible es una opción que puede darse cuando quieres aumentar tus ingresos, trabajando a tiempo parcial, cuando llega el momento de jubilarte.

En definitiva, te ofrece la posibilidad de compatibilizar una actividad laboral con el cobro de una pensión. En este post tratamos en detalle en qué consiste exactamente la jubilación flexible, sus requisitos y las diferencias con respecto a otras modalidades.

¿Qué es la jubilación flexible?

La jubilación flexible supone una solución que contempla la Seguridad Social para poder trabajar a tiempo parcial a la vez que se percibe una parte de la pensión de jubilación.

Así pues, según hemos comentado, se trata de un sistema idóneo para aquellos que no desean abandonar completamente la vida laboral después de la edad de jubilación, ya sea ordinaria o anticipada.

Para poder optar por esta fórmula es necesario -en primer lugar- haber sido dado de alta como pensionista. No es posible acogerse a la jubilación flexible antes de que llegue el momento de la jubilación. Esto es lo que define a la jubilación flexible frente a la jubilación parcial, por ejemplo.

Además, la jornada laboral que se adopte no podrá ser a tiempo completo, sino que debe limitarse a un horario reducido.

¿Quién puede acceder a la jubilación flexible?

Es importante tener en cuenta que no todos los pensionistas ni trabajadores pueden disfrutar de la jubilación flexible.

Por un lado, no está disponible para aquellos que se encuentran empleados dentro de varios de los regímenes especiales definidos por la Seguridad Social. En particular, los funcionarios civiles del estado, el personal al servicio de la Administración de Justicia y el de las Fuerzas Armadas.

Además, los antiguos trabajadores autónomos tampoco podrán beneficiarse de la jubilación flexible si quieren volver a ejercer como tales. Por lo tanto, si has sido autónomo durante tu vida activa, solo podrías solicitarla si una empresa te contrata a tiempo parcial.

Para trabajar como autónomo después de jubilarte existe otra fórmula: la jubilación activa, sobre la que encontrarás más información al final de este artículo.

Requisitos para acceder a la jubilación flexible

Teniendo en cuenta las limitaciones anteriores, para trabajar y cobrar simultáneamente una parte de la pensión mediante la jubilación flexible se deben cumplir los siguientes requisitos:

  • Estar recibiendo una pensión de jubilación: es obligatorio solicitar la jubilación flexible después de que la jubilación ordinaria se haya hecho efectiva. Esto supone cumplir igualmente con los requisitos para poder jubilarse.
  • Comunicar a la Seguridad Social la intención de comenzar un trabajo a jornada parcial, después de haber sido dado de alta como jubilado y antes de iniciar dicha actividad laboral. .
  • Desarrollar la actividad laboral con una jornada reducida: en particular, la normativa establece que la jornada de trabajo debe estar entre un máximo del 75% del horario a tiempo completo y un mínimo del 50%.

¿Cómo solicitar la jubilación flexible?

Antes de comenzar a trabajar es imprescindible solicitar la jubilación flexible al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Esto puede hacerse a través de su página web o solicitando cita previa por teléfono, en su web o mediante su aplicación móvil.

Además, es necesaria la siguiente documentación: DNI, TIE o NIE y pasaporte, formulario oficial de solicitud de jubilación flexible debidamente cumplimentado y cualquier acreditación adicional requerida (por ejemplo, en el caso de tener derecho a algún complemento).

¿Cuánto se cobra con la jubilación flexible?

La cuantía de la pensión en la jubilación flexible depende del porcentaje de la jornada laboral realizada, de tal forma que se ajusta la proporción sobre la reducción de la jornada hasta llegar al 100%. Esto es, si trabajas el 60% del tiempo de una jornada completa, recibirás el 40% de la pensión correspondiente.

Veámoslo más fácilmente con un ejemplo práctico. Imaginemos un trabajador que se jubiló en 2020 tras cumplir 65 años; para poder hacerlo a esa edad, tenía que haber cotizado -al menos- 37 años a lo largo de su vida laboral.

Tres años después, a los 68, decide retomar su carrera profesional con otro empleo acogiéndose a la jubilación flexible. Si su pensión en ese momento fuera de 1.000 euros y comenzara a trabajar con una jornada reducida del 75% de las horas, solo cobraría 250 euros como pensión de jubilación, el 25%. Mientras que si su horario fuera de media jornada, el 50%, el importe de su pensión sería de 500 euros.

Es importante tener en cuenta que la disminución en las cantidades de la pensión sólo tiene efecto a partir del día en el que se comienza a trabajar, no desde el momento en el que se activa la modalidad de jubilación flexible.

¿Es rentable la jubilación flexible?

A la vista del ejemplo anterior, quizás puedan surgir dudas acerca de la rentabilidad de la jubilación flexible. En ese sentido, hay que tener claro que la pensión no disminuye; solo se reduce la cantidad que se recibe mientras se trabaja.

De hecho, sucede al contrario: durante el periodo que dure la jubilación flexible, la cotización a la Seguridad Social que se realiza a causa del empleo se tendrá en cuenta para calcular la nueva pensión cuando se deja de trabajar.

Dicho de forma apropiada, las revalorizaciones ocurridas durante el tiempo que se haya trabajado a jornada parcial se aplicarán a la base reguladora. Esto es, la cifra sobre la que se calcula el importe final de la pensión de jubilación en función de los años cotizados.

Derechos de la jubilación flexible

Durante la jubilación flexible estarás cotizando en la Seguridad Social, lo que supone el acceso a varias prestaciones en términos de servicios sanitarios y médicos, que están destinadas para los trabajadores.

En este sentido, durante la jubilación flexible se tiene derecho a la baja médica (incapacidad temporal) y al permiso de maternidad o paternidad.
No sucede lo mismo en el caso de la incapacidad permanente cuando esta haya sido causada por la actividad que se compagina con la jubilación flexible. De forma similar, tampoco se tiene derecho a la prestación por desempleo.

Diferencias entre la jubilación flexible, jubilación activa y jubilación parcial

Además de la jubilación flexible, existen otras modalidades de jubilación que permiten cobrar una pensión a la vez que se continúa trabajando.

Por un lado, la jubilación activa, que consiste en reducir la jornada laboral y recibir exactamente el 50% de la pensión de jubilación, independientemente del número de horas que se dedique a la actividad laboral.

A diferencia de la jubilación flexible, no es necesario esperar a estar jubilado; es compatible con cualquier tipo de jornada, incluso a tiempo completo; y es accesible para los trabajadores autónomos. Por el lado negativo, el periodo que se trabaje no afecta a la base reguladora para la jubilación una vez que finalice.

Una opción intermedia entre las dos anteriores la encontramos en la jubilación parcial. Como en el caso de la jubilación activa, tampoco es necesario dejar de trabajar para optar por este sistema. Y como la jubilación flexible, la pensión que se recibe está en función del porcentaje de la jornada laboral que se trabaja.

La otra diferencia principal de la jubilación parcial es que esa reducción de la jornada puede llegar hasta el 75%, mientras que en la jubilación flexible no puede superar el 50%. Además, puede accederse a este tipo de jubilación con anterioridad, a los 60 años.

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