En otro artículo publicado compartimos en qué se distinguen los conceptos “bruto” y “neto”. Ahora vamos un paso más allá y te mostramos las diferencias entre salario bruto y neto.
Como seguramente sabrás, uno de los puntos cruciales al dar los primeros pasos en el ámbito laboral o al cambiar de trabajo es concretar el salario, esto es, la cantidad que recibes por tu desempeño. Entender la diferencia entre el salario bruto y el salario neto es clave para tener una visión clara de tus ingresos reales, las cotizaciones sociales e impuestos que pagas en el proceso.
¿Qué es el salario bruto?
El salario bruto suele ser la cifra que aparece en los anuncios de empleo, puesto que representa una cantidad más elevada. Sin embargo, no es lo que acabarás cobrando a final de mes, sino la cantidad total que un empleado recibe por parte de su empresa antes de que se apliquen las retenciones fiscales y las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social.
En tu nómina, la cantidad correspondiente al salario bruto aparecerá dividida en varios conceptos, por ejemplo:
- Salario base: esta es la cantidad fija que percibes por el tiempo y los esfuerzos dedicados a tu trabajo.
- Complementos salariales: aquí entran en juego sumas adicionales a tu salario base por factores como la antigüedad, horarios nocturnos o responsabilidades específicas dentro de la empresa.
- Horas extraordinarias: se trata de las horas trabajadas más allá de tu jornada habitual.
- Salario en especie: incluye beneficios no monetarios proporcionados por la empresa, como vales de comida, transporte, el seguro de salud u otros servicios.
- Gratificaciones extraordinarias: se trata de las pagas extra. Todos los trabajadores tienen derecho a recibir dos al año. Pero es posible que, en lugar de pagarlas de una sola vez en los meses que corresponde, se prorrateen y se dividan a lo largo del año. Por este motivo, puede que un nómina aparezca la parte correspondiente.
Además de estos elementos, existen beneficios y compensaciones que, aunque no se reflejan directamente como dinero en tu nómina, complementan tu empleo; y se denominan percepciones no salariales. Entre las mismas, podemos encontrar los siguientes conceptos:
- Indemnizaciones: compensaciones por eventualidades que puedan surgir durante el ejercicio de tu trabajo, como traslados o despidos.
- Gastos asociados a la actividad: por ejemplo, a causa de viajes o materiales necesarios para realizar tus labores.
Todos estos son los componentes de tu salario bruto.
¿Qué es el salario neto?
El salario neto es la cantidad real que percibes como empleado después de que se han deducido al salario bruto las correspondientes retenciones a cuenta del IRPF y las cotizaciones a la Seguridad Social.
En resumidas cuentas, es la cantidad que verás reflejada en tu cuenta bancaria. El salario neto es, por tanto, lo que realmente cuenta para tus gastos, ahorros y demás aspectos de tus finanzas personales. Es decir, debes calcular tus presupuestos en base al salario neto percibido.
La cantidad resultante se obtiene al restar del salario bruto varios importes, denominados deducciones:
- Retenciones de IRPF: este es uno de los componentes más significativos, sino el que más. Se trata de retenciones fiscales a cuenta del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Se calculan en función de tu salario bruto y de tu situación personal, como el estado civil, cargas familiares, discapacidad, etc. Estas retenciones son en realidad un adelanto de dinero que se hace a Hacienda.
- Cotizaciones a la Seguridad Social: son las contribuciones que los trabajadores hacen al sistema de la Seguridad Social y se dividen entre varios tipos de cotizaciones. Por ejemplo, por enfermedad común, accidente laboral, formación, desempleo, etc.
Normalmente, el salario bruto aparece al final de tu nómina.
¿Cómo calcular el salario bruto?
Calcular el importe de tu salario bruto es sencillo, puesto que se trata únicamente de sumar al sueldo base los complementos salariales y extrasalariales.
En todo caso, su cuantía dependerá de varios factores, incluyendo la forma en que se estructuran los pagos que recibes de tu empresa y los elementos adicionales que componen tu nómina.
¿Cómo calcular el salario neto?
Por otra parte, para obtener tu salario neto basta con restar del salario bruto todas las retenciones y contribuciones legales establecidas. Pero, ¿cómo se calculan los impuestos que te retienen y tus cotizaciones a la Seguridad Social?
En otras palabras, ¿cuál es la base imponible para aplicar las retenciones del IRPF y la base de cotización para calcular los pagos a la Seguridad Social en tu nómina?
La base de tributación sobre la cual se calculan los impuestos a pagar en tu nómina está compuesta por los rendimientos salariales (los complementos extrasalariales ni tributan ni cotizan, por ello no se tienen en cuenta para calcular la base imponible). Además, también hay que deducir el pago realizado a la Seguridad Social y las cuotas sindicales.
En el momento que se calcula la base imponible, sobre ella se aplica un porcentaje. Dicho porcentaje depende de varios factores, como tu comunidad autónoma, el tipo de contrato de trabajo, si tienes discapacidad, etc.
Por otra parte, para calcular el salario neto también tienes que deducir los pagos a la Seguridad Social (tanto la empresa como el trabajador tienen obligación de cotizar). La base de cotización está constituida por tu remuneración total (incluyendo las pagas extras, horas extras, vacaciones no disfrutadas).
Pero existen otros elementos que no se incluyen en la base de cotización, como pueden ser las dietas y los gastos de transporte.
Existen unas bases de cotización máximas y mínimas establecidas por ley para cada categoría profesional.
Finalmente, sobre la base de cotización al trabajador se le aplica un porcentaje para cada uno de los conceptos por los que debe cotizar:
- Contingencias comunes: 4,70%.
- Horas extraordinarias de fuerza mayor: 2%.
- Resto de horas extraordinarias: 4,70%.
- Accidentes de trabajo: 0%.
- Desempleo (tipo general): 1,55%.
- Fondo de Garantía Salarial (FOGASA): 0%.
- Formación profesional: 0,10%.
Después de aplicar todas las deducciones, la cifra final será el líquido a percibir. Es decir, tu salario neto. Como puedes comprobar, la diferencia entre salario bruto y neto es tan sólo el resultado de deducir tus obligaciones para con Hacienda y la Seguridad Social.
