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¿Qué es una recesión y por qué se produce?

Que es una recesion economica

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Artículo escrito por: José Trecet

Puntos clave:

Recesión es una de esas palabras que no suenan bien ni auguran nada positivo. Sin embargo, solo se trata de una parte del ciclo económico, tan necesaria como cualquier otra.

Entonces, ¿por qué una recesión gusta tan poco y nos da tanto miedo? Probablemente porque normalmente sus consecuencias no son positivas para la propia economía ni para nuestros bolsillos. En este artículo te lo mostramos con mayor detalle. También descubrirás cuándo se puede hablar de recesión económica en lugar de una simple crisis.

¿Qué es una recesión económica?

Una recesión es una depresión pasajera de las actividades económicas. Es lo que comúnmente conocemos como un periodo de vacas flacas. Se caracteriza porque se consume menos y las empresas invierten menos en equipos y personal.

¿Qué se considera pasajero? ¿Cuándo se puede hablar de recesión? Cuando se registran dos trimestres consecutivos de PIB en negativo se considera que la economía ha entrado en recesión técnica (el PIB o Producto Interior Bruto es una métrica de la economía agregada de un país. Es el valor económico de todos los bienes y servicios producidos).

Dicho de otro modo, puede considerarse que se ha entrado en recesión técnica cuando se producen dos trimestres en los que la economía ha decrecido (la actividad es menor).

Esta definición se la debemos al economista Julios Shiskin y un artículo publicado en 1974 en el New York Times donde delimita los indicadores de esta parte del ciclo económico.

¿Cuáles son las causas de una recesión?

Tendemos a pensar en las recesiones como algo negativo cuando en realidad no es exactamente así. Sin estos periodos de recesión o enfriamiento económico no habría otros momentos de bonanza.

Piensa en la evolución de la economía como una espiral donde se van sucediendo grandes y pequeños ciclos. La recesión sólo es uno de ellos y llega después de un periodo de bonanza o vacas gordas, con unas tasas de consumo elevadas, pero bajas en cuanto a ahorro.

De hecho, el ciclo económico tiene 4 fases que se suceden una detrás de otra:

  • Expansión.
  • Estancamiento.
  • Recesión.
  • Recuperación.

Durante la expansión económica aumenta la producción de bienes y normalmente también de precios, tanto de las materias primas como de los bienes finales.

En este periodo el acceso al dinero suele ser fácil y barato, lo que propicia que sea habitual endeudarse para comprar o invertir y eso empuja los precios al alza.

Con el tiempo, ese exceso de deuda hace que no se pueda mantener el consumo, lo que afecta a las ventas y la actividad económica, primero reduciendo el crecimiento, después ralentizándolo y por último haciendo que entre en recesión. Posteriormente, cuando el PIB comienza a aumentar de nuevo, se habla de recuperación.

Sin embargo, cuando una recesión se alarga y adquiere mayor profundidad, entonces se habla de depresión económica.

¿Cuáles son los indicadores de una recesión?

El principal indicador que se usa para saber si estamos ante una recesión es el PIB, como ya has descubierto. Por simplificar, cuando cae dos trimestres consecutivos se habla de recesión técnica.

En realidad, para decidir si una economía está o no en recesión se miran tres factores: profundidad, difusión y duración.

  • Según el artículo de Shiskin, hablamos de duración cuando el empleo agrícola cae más de 9 meses seguidos.
  • La profundidad vendría dada por el porcentaje de contracción o caída en el PIB y el aumento de la tasa de empleo.
  • Mientras tanto, la difusión es el número de industrias cuya actividad se ha visto afectada.

A partir de ahí, estos datos varían según cada país o economía, sus índices de actividad originales o sectores económicos clave, entre otras cosas.

En España, Funcas, señala la venta de coches, la tendencia del PIB y la evolución del paro como tres indicadores a vigilar. A estos se añaden los indicadores relacionados con el consumo, que tienden a reducirse antes y durante una recesión, y también los de construcción.

Consecuencias de una recesión económina

Una recesión se define por el empeoramiento de la economía. Esto se traduce en un menor consumo e inversión, lo que a su vez lleva a una caída de la producción y esto último a un aumento del paro.

Como hay menos demanda no es necesario producir tantos bienes y servicios. Por ello sobran trabajadores. Así de simple.

Esta caída del consumo también tiende a llevar aparejada cierta deflación o caída de precios, que en determinados casos puede terminar en una espiral deflacionista (lo cual también tiene consecuencias negativas para la economía).

Por el contrario, cuando la inflación se mantiene alta, se habla de periodos de estanflación. En ese escenario, la economía cae, pero los precios suben o se mantienen altos. Ello supone una enorme pérdida de poder adquisitivo para la población. En otras palabras, un enorme empobrecimiento.

Las recesiones también aumentan la diferencia entre clases sociales. Por ejemplo, durante una recesión es más habitual que los grupos desfavorecidos abandonen la escuela para aportar dinero a la economía familiar, lo que tendrá un impacto en su situación económica durante toda su vida.
Las personas y las empresas más endeudadas tienen menos margen para hacer frente a una época de recesión económica.

¿Cuánto dura una recesión económica?

Hacen falta dos periodos de caída del PIB para entrar en recesión. ¿Y para salir? Basta con uno solo de crecimiento para salir de ella, por lo menos en términos técnicos. Sin embargo, la realidad es diferente y recuperarse de una recesión lleva algo más de tiempo.

Normalmente, una recesión dura entre seis y doce meses, aunque todo depende de la profundidad y de las medidas que lleven a cabo los bancos centrales.

Según los datos de la NBER estadounidense, la duración media de una recesión es de 10 meses.

A partir de ahí, existen enormes diferencias. Por ejemplo, la Gran Depresión de 1929 duró cuatro años, mientras que la Gran Recesión 2007 con la crisis hipotecaria se extendió durante 18 meses hasta 2009, mientras que la recesión por la pandemia del coronavirus apenas duró dos meses.

¿Con qué frecuencia sucede?

No existe una medida concreta sobre la periodicidad de las recesiones, solo se sabe que siempre terminan apareciendo de forma inexorable.

grafica recesion

Pueden pasar más de una década sin depresión o sucederse con menos de un año de diferencia. El siguiente gráfico de la NBER estadounidense puede servir como ejemplo.

¿Cómo se sale de ella?

Las recesiones van y vienen. Tampoco hay una fórmula mágica para salir de ellas y se consigue gracias a una mezcla de factores.

Desde el punto de vista de las autoridades, pueden llevar a cabo reformas y cambios que apoyen el crecimiento económico o apuesten por empresas innovadoras y de valor añadido. A estas se pueden añadir otras como la bajada de tipos por parte de los bancos centrales para incentivar el crédito y el consumo (siempre que la inflación no sea alta).

Por su parte, en este entorno las empresas normalmente buscarán reducir gastos y aumentar la productividad para ser más eficientes.

Como particular, lo que puedes hacer es estar preparado ante una recesión con dos herramientas: contar con un buen colchón financiero de respaldo y disponer de más de una fuente de ingresos por si tu sector se ve afectado.

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