Si te preguntas qué es un testaferro y cuáles son sus funciones. estás en el lugar adecuado. La figura del testaferro suele generar controversia, ya que se asocia frecuentemente con acciones ilegales. Pero desde el punto de vista legal, básicamente es aquel que afronta consecuencias de sus acciones al encubrir actividades ilícitas, ya que está encubriendo un delito y podría enfrentar cargos legales.
En este artículo, te mostramos los diferentes aspectos relacionados con los testaferros, así como los requisitos necesarios, hasta cuándo es legal emplearlos y las consecuencias si incumplen la ley.
¿Qué es un testaferro?
Un testaferro es alguien que presta su nombre y asume la responsabilidad de un contrato o negocio que no le pertenece. Existen otras personas que operan y realizan actividades en la sombra, pero el testaferro es la figura que las encubre.
Como comentábamos al principio, cuando se habla de testaferro suele generar algo de polémica, porque a menudo se relaciona con acciones con negocios turbios o acciones delictivas. Desde el punto de vista legal, un testaferro asume las consecuencias de sus acciones, ya que está encubriendo este tipo de actividades.
Aunque esta figura no realice directamente acciones ilegales, al prestar su identidad, está encubriendo un delito y podría enfrentarse a cargos legales.
A pesar de los riesgos, muchos testaferros aceptan esta actividad a cambio de compensaciones económicas.
No obstante, es importante destacar que actuar como testaferro en sí mismo no constituye ningún delito, aunque se suele recurrir a esta figura cuando se buscan objetivos que van en contra de la ley (como en casos de fraude o falsificación de documentos).
Pero si las acciones que se realizan no son ilícitas, tienen propósitos legítimos y no causan daño a terceros, el testaferro es una figura completamente legal.
¿Para qué sirve un testaferro?
Normalmente, un testaferro es una persona cercana a la empresa. También puede ser un experto en el sector o el negocio.
La principal finalidad de emplear a un testaferro es evitar que el propietario del negocio aparezca como administrador en el Registro Mercantil por motivos de privacidad, inhabilitación, deudas, etc., pero también actúa como una medida de precaución en caso de incurrir en actividades ilegales. Sobre todo cuando la persona que realmente se encarga de la administración está siendo investigada o es sospechosa de cometer algún tipo de delito.
El testaferro se encuentra en la posición de estar en el dominio público y representar visualmente a la empresa, aunque en la práctica no posea autoridad real en ella.
Un ejemplo sería el de un menor de edad que quiere iniciar un emprendimiento. Dado que no se permite que un menor de 18 años figure como administrador, uno de sus padres podría desempeñar el papel de testaferro, representando legalmente al menor mientras este toma las decisiones comerciales.
¿Qué requisitos debe cumplir un testaferro?
Un individuo que actúa como testaferro debe cumplir con los siguientes requisitos:
- Ser mayor de edad.
- Poseer plena capacidad legal para tomar decisiones (no estar inhabilitado).
- Brindar su identidad para figurar como responsable de un negocio.
- Se recomienda que el testaferro sea una persona en quien el empresario tenga plena confianza, puesto que tiene acceso a las cuentas bancarias e información sensible.
¿Cuándo es legal emplear a un testaferro?
Como hemos mencionado antes, utilizar a un testaferro es completamente legal, incluso existen profesionales que se dedican a esta labor.
Si la transferencia de bienes o la gestión del negocio se realiza de manera legítima, no debería haber ningún inconveniente. Sin embargo, emplear a un testaferro para llevar a cabo actividades ilegales sí que constituye un acto delictivo.
Podemos diferenciar entre un testaferro que opera dentro de la legalidad y otro que no:
- Testaferro legal: ejerce como representante del propietario del negocio, contando con la autoridad para realizar diversas acciones en su nombre, como firmar contratos, pagar impuestos o negociar con otros empresarios.
- Testaferro ilegal: se considera que el testaferro está siendo empleado de manera ilegal cuando el empresario lo utiliza para obtener ventajas fiscales o subvenciones que no podría conseguir utilizando su propio nombre. También es común su participación en la evasión de impuestos, el blanqueo de capitales, impedir embargos. El testaferro suele aceptar esta función a cambio de una suma considerable de dinero.
¿Qué pasa si un testaferro no es legal?
En caso de que el testaferro incumpla la ley, debe ser consciente de que será penalmente responsable por cualquier delito cometido. Tanto él como el propietario real deberán enfrentar las consecuencias legales.
Existen algunas situaciones que hacen que la pena impuesta sea menos severa. Por ejemplo, si el testaferro es una persona anciana o particularmente vulnerable y ha actuado bajo engaño o extrema necesidad, la pena podría reducirse o incluso quedar sin castigo.
Vamos a poner el caso de una emprendedora joven que tiene dificultades económicas y recibe una oferta de un empresario el cual quiere ocultar los beneficios obtenidos de sus actividades ilegales, como el fraude fiscal.
Con el objetivo de blanquear el dinero y aparentar una fuente legítima, el empresario propone a la joven emprendedora que actúe como testaferro. A cambio, le ofrece una suculenta suma de dinero.
La emprendedora acepta, ya que solo debe proporcionar sus datos personales, firmar documentos y figurar como responsable de una nueva empresa.
Con el tiempo, las autoridades comienzan a sospechar de esta nueva empresa, desencadenando una investigación policial. Se descubre que la empresa es una fachada para el blanqueo de dinero.
Así pues, tanto el empresario como la joven emprendedora son imputados y se enfrentan a la justicia.
En este caso, el tribunal debe determinar si la emprendedora, debido a su situación financiera vulnerable y quizá no siendo consciente de las actividades de la empresa y lo que supone actuar como testaferro, debería recibir una pena menor que el empresario por su participación en el encubrimiento del fraude fiscal.
