Un ingreso se puede definir como una ganancia. Pero no tiene por qué traducirse en una entrada de dinero efectiva.
En este sentido hay que distinguir entre el concepto de “ingreso” y “cobro”. A continuación, te lo mostramos todo con mayor detalle.
¿Qué se entiende por ingreso?
Un ingreso se define como “un incremento del patrimonio”. Es decir, una ganancia que provoca el aumento de los recursos económicos de una persona o una empresa.
El patrimonio está compuesto por activos (bienes y derechos) y pasivos (deudas y obligaciones). Los activos menos los pasivos dan como resultado el patrimonio neto.
Así pues, un ingreso es una operación que provoca un aumento de los activos o una disminución de los pasivos.
Según el Plan General de Contabilidad (PGC), no se consideran ingresos las aportaciones de los socios o propietarios de la empresa. Esto se debe a que se entiende que la empresa debe devolverles ese dinero y en realidad sería como un préstamo (un pasivo).
Como norma general, las personas y las empresas reciben ingresos por el desarrollo de una actividad. Bien sea la prestación de un servicio o la venta de un producto. Estos son los dos principales tipos de ingresos.
¿Cuál es la diferencia entre un ingreso y un cobro?
Para que se produzca un ingreso no es necesario que se realice ningún tipo de entrada de dinero. En el momento que se reconozca el derecho a percibir el dinero se puede considerar que existe el ingreso.
A esto se le conoce como el principio de devengo (a efectos contables y patrimoniales se ha producido la ganancia en el momento que nace el derecho aunque todavía no se haya pagado).
De esta manera, los ingresos (al igual que los gastos) se contabilizan en función de cuando se produce el hecho económico (la operación de venta o prestación del servicio). A efectos prácticos, se produce un ingreso cuando se emite una factura.
Por otra parte, el cobro es la entrega o adquisición efectiva del dinero que se genera del ingreso. Ambos conceptos no tienen porqué coincidir en el tiempo. Es más, el ingreso y el cobro únicamente coinciden cuando la venta se realiza “al contado”.
En todo caso, cuando se produce un ingreso “al contado comercial” pueden existir unos días de diferencia entre el ingreso y el cobro. Cuando estrictamente se producen ambos hechos en el mismo momento se denomina “al contado rabioso” (pago inmediato en dinero en efectivo).
Tener claro qué es un ingreso y diferenciarlo del cobro es útil para analizar bien sus estados contables. Puede que una empresa tenga una gran cantidad de ingresos en un ejercicio económico, pero su flujos de caja no sean lo suficientemente elevados (puesto que no se han producido los cobros) y tenga problemas de liquidez.
