Si intentas ahorrar pero todavía no lo has conseguido, seguramente sea porque no conoces el método SMART para definir objetivos. Con este método podrás enfocar tus esfuerzos de manera más efectiva y aumentar tus posibilidades de éxito en tus metas financieras.
En este artículo, vamos a ver de qué se trata el método SMART, cómo funciona, qué ventajas tiene y cómo puede servirte para establecer tus objetivos financieros y conseguir ahorrar.
¿Qué es el método SMART?
El método SMART es una herramienta que nos ayuda a establecer objetivos de manera efectiva. SMART es un acrónimo que significa:
- S (Specific): Específico.
- M (Measurable): Medible.
- A (Attainable): Alcanzable.
- R (Relevant): Relevante
- T (Time-bound): Sujeto a un plazo de tiempo.
Es decir, a la hora de establecer objetivos, deben ser claros y concretos; sin ambigüedades.
Por otra parte, debemos poder cuantificar o evaluar de alguna manera nuestros objetivos para poder determinar su progreso.
Además, los objetivos deben ser realistas y alcanzables dentro de nuestras posibilidades y deben estar alineados con nuestros valores y objetivos generales.
Por último, los objetivos deben tener un plazo de tiempo definido para su logro, lo que nos ayuda a mantenernos enfocados y motivados.
¿Cómo funciona el método SMART para ahorrar?
La metodología SMART se utiliza para establecer objetivos de manera efectiva en diversos proyectos, incluidos el ahorro y otros relacionados con tus finanzas personales.
El uso del método SMART es útil porque asegura que los objetivos estén bien definidos, surtan efectos (relevantes), realistas (alcanzables) y se deban cumplir en un plazo de tiempo. Todo ello contribuye a evitar el fracaso.
La cuestión es que tengas claridad sobre lo que quieres conseguir, cómo conseguirlo y si tus esfuerzos están contribuyendo a ello.
A continuación, te mostramos cómo aplicar el método SMART al ahorro con mayor detalle.
¿Cómo ahorrar con el método SMART?
Ahorrar con el método SMART significa que tus objetivos de ahorro cumplan con una serie de características:
Objetivo de ahorro específico
Esto significa que debes de ser específico con lo que quieres ahorrar. Por ejemplo, en lugar de simplemente decir «quiero ahorrar», tienes que ser más específico, por ejemplo «quiero ahorrar para comprarme un coche”.
Para que un objetivo sea específico, debes responder a la pregunta: ¿qué es lo que realmente quieres conseguir?
Tienes que ser lo más concreto posible, ya que la ambigüedad puede dificultar el éxito de un proyecto. Por lo tanto, tu objetivo debe ser claro, conciso y concreto.
Objetivo de ahorro medible
Siguiendo el ejemplo anterior, sería importante establecer tanto una meta mensual como una meta final. Es decir, fijar una cantidad específica de dinero para ahorrar cada mes con el fin de alcanzar nuestra meta final.
Además, también podemos establecer pequeños objetivos que nos ayuden a evaluar nuestro progreso hacia el objetivo principal. Estos no solo nos orientarán sobre nuestros avances, sino que también nos motivarán a medida que nos acerquemos a la meta final.
Por ejemplo, en lugar de simplemente decir «quiero ahorrar para comprarme un coche», un objetivo SMART sería «quiero ahorrar 20.000 € para comprarme un coche».
Al fijar una cantidad concreta puedes medir si te estás acercando al objetivo o no. No se puede realizar un seguimiento sobre algo que no es medible. Por consiguiente, no puedes saber con certeza si te estás acercando al cumplimiento del objetivo.
Objetivo de ahorro alcanzable
El objetivo de ahorro tiene que ser realista. Es decir, estar dentro de tus capacidades. Por tanto, es necesario ser honestos con nosotros mismos para definir metas factibles.
Al establecer una cantidad de ahorro mensual, tienes que tener en cuenta nuestros ingresos y gastos.
Por ejemplo, si ganas 1.400 € euros al mes y tus gastos ascienden a 900€, es posible fijarte una meta de ahorro de 500 € mensuales. No obstante, también debes contar con imprevistos y otros tipos de ahorro (por ejemplo la creación de un fondo de emergencia).
Lo importante en este aspecto es evitar objetivos que estén fuera de nuestro alcance, ya que pueden convertirse en objetivos inalcanzables que afecten tu motivación. Por eso es tan importante que tu objetivo de ahorro sea alcanzable y realista, ya que te va a ayudar a tomar las acciones necesarias para lograrlo. Es inutil destinar esfuerzos en algo que, por lo pronto, no es factible de conseguir.
Objetivo de ahorro relevante
Por otra parte, tus objetivos de ahorro deben ser significativos y relevantes para tu calidad de vida y la satisfacción de tus necesidades. Deben ser metas que realmente te motiven y te impulsen a trabajar hacia ellas.
Es necesario reflexionar sobre qué nos lleva a querer ahorrar. Puede ser para un fondo de jubilación, unas vacaciones o para invertir en nuestro negocio.
Sea cual sea la razón, debe ser lo suficientemente importante porque recuerda que puede tratarse de una carrera de fondo y tendrás que mantener el esfuerzo a largo plazo.
Objetivo de ahorro temporal
Para ahorrar con el método SMART es importante establecer una fecha límite para alcanzar nuestros objetivos. Tener un plazo definido evita que se aplacen las decisiones y nos permite realizar un seguimiento con mayor precisión.
Si no tienes una fecha límite, corres el riesgo de postergar indefinidamente la finalización del proyecto, y puede ser que al final lo abandones.
Por eso, sabiendo qué cantidad quieres ahorrar, tienes que calcular un plazo en el que puedas alcanzarlo. De esta forma, podrás planificar con mayor precisión y mantenerte enfocado en tu objetivo financiero.
Ventajas de ahorrar con el método SMART
El método SMART te ofrece grandes ventajas y beneficios para conseguir tu objetivo de ahorro:
- Enfocar tus esfuerzos: el método SMART te permite concentrarte en lo que realmente es importante para ti en términos de ahorro. Al establecer objetivos específicos, puedes dirigir tus energías hacia metas concretas y significativas.
- Medición efectiva del progreso: tener una meta clara te da la capacidad de evaluar tu progreso de manera precisa. Esto te permite ajustar tu estrategia según sea necesario y te da una idea clara de cuánto has avanzado hacia tu objetivo.
- Mantener la motivación a largo plazo: establecer un objetivo de ahorro te ayuda a mantener la motivación a lo largo del tiempo. Tener un objetivo financiero te ayuda a evaluar si tus acciones diarias te están acercando o alejando de tu meta.
