Existen una gran cantidad de proyectos criptográficos en los que invertir. Las criptomonedas han revolucionado el mundo financiero en los últimos años. Sin embargo, no todas las monedas virtuales son iguales y algunas -las de dudosa fiabilidad y como poca relevancia en el mercado- tienen su propia denominación. Son las llamadas shitcoins.
Dentro del ecosistema cripto, el término shitcoin hace referencia a todas esas criptomonedas “inútiles” que existen en el mercado, criptomonedas que se crearon sin un propósito definido, se ofrecen a precios especulativos, presentan un alto riesgo o -simplemente- no tienen utilidad porque son una copia sin fundamento de otros proyectos.
En un extremo de su significado, el término también abarca a aquellas monedas que carecen de valor real y que son creadas con el objetivo de engañar a los inversores.
Pero, además, es importante destacar que hay algunas shitcoins que presentan un potencial de crecimiento real y un valor sólido. Tienes que tener presente que no todas las criptomonedas baratas son shitcoins. No es una cuestión de precio.
No deja de ser, por tanto, un concepto que cada cual puede atribuir de forma algo subjetiva a las opciones que considere, aunque en su mayoría sí sean monedas sin utilidad o con un carácter muy especulativo.
¿Cómo identificar una shitcoin?
Precisamente por esa variabilidad, identificar de forma inequívoca una shitcoin puede resultar complicado.
Por fortuna, con un poco de investigación y sentido común puedes evitar ser víctima de estafas y proteger tus inversiones. Estos son los principales aspectos a considerar para valorar un proyecto criptográfico y determinar si se trata de una shitcoin.
Revisa el whitepaper
Se trata del documento técnico que describe los detalles de la criptomoneda, incluyendo su tecnología, uso y planes futuros. En general una forma relativamente sencilla de detectar una shitcoin es comprobando si se especifica en su whitepaper su utilidad, pues por normal general toda criptomoneda que se crea sin ninguna utilidad, suele ser una shitcoin.
Además si el whitepaper es vago, incoherente, se trata de una copia o -directamente- no está disponible, no dudes, es una shitcoin.
Investiga el equipo de desarrollo
Una de las formas más fáciles de identificar una shitcoin es investigar quiénes son las personas detrás de ella.
Si el equipo de desarrollo se esconde detrás de nicks o nombres falsos, no tiene experiencia previa en el mundo cripto o no demuestra una trayectoria conocida en la industria de la tecnología, es probable que la criptomoneda no sea legítima.
Inspecciona la presentación
Algo fácil de observar, pero significativo, es el propio sitio web donde se presenta el proyecto. Si carece de originalidad y diseño o usa dominios gratuitos, mala señal.
Si ofrece miles de ventajas, pero no especifica ninguna en particular ni cómo se lograrán esos resultados, esto es, un plan de trabajo con objetivos claros y definidos, las probabilidades de ser una shitcoin aumentan.
Evalúa el volumen de negociación y la liquidez
Esto es, lo que se refiere a la facilidad con la que se puede comprar o vender una criptomoneda en un mercado.
Si dicho activo tiene un volumen de negociación bajo y poca liquidez, es posible que sea difícil venderla en el futuro. En el caso de las ICO y las monedas que se ofrecen en preventa, esto puede ser algo más complicado de hacer.
Explora la comunidad
La comunidad que rodea a una criptomoneda puede ser un buen indicador de su legitimidad.
Tienes que atender a si tiene una comunidad activa, si está comprometida con el desarrollo de la criptomoneda y está dispuesta a proporcionar información y apoyo, es posible que la misma sea legítima.
Analiza la competencia
Si la criptomoneda no tiene una ventaja clara sobre su competencia es posible que no tenga éxito a largo plazo.
Revisa otros valores en el mismo nicho y determina si tiene algún tipo de rasgo diferencial que pueda ser una ventaja sobre ellos. Es difícil que una shitcoin tenga algún elemento diferencial que le haga destacar sobre otros proyectos.
Busca opiniones de expertos
Si los expertos en la industria de las criptomonedas no están hablando de esa opción o muestran dudas sobre ella, es posible que sea una shitcoin.
Pero cuidado, tienes que tener una lista de expertos de confianza y no cualquier influencer. Comprueba sus credenciales, experiencia y la coherencia de las opiniones de las personas que sigues.
Evita las criptomonedas que prometen grandes ganancias
Las promesas de amplios beneficios en poco tiempo son un signo indudable de alerta. Si suena demasiado bien para ser verdad, es que probablemente no lo sea.
Evita las criptomonedas que hacen promesas exageradas y asegúrate de que tu inversión se base en una investigación sólida y fundamentada.
¿Son peligrosas las shitcoins?
Cuando las respuestas a los puntos anteriores no te ofrecen garantías, lo normal es que te encuentres ante el típico caso de que unos desarrolladores que crean un proyecto, lo lanzan, lo promueven en el mercado y -después de haber intentado obtener ganancias a expensas de los inversores- lo abandonan.
En el mejor de los casos, no vuelven a dedicar trabajo ni esfuerzo para continuar desarrollando el proyecto, dando lugar a una shitcoin que no contribuye en nada al sistema. Es decir, no ofrece valor ni innovación a la tecnología blockchain. En el peor, simplemente solo buscan el engaño.
Por tanto, para evitar ser víctima de un scam o fraude, es fundamental que evalúes cuidadosamente el proyecto antes de invertir en él, siguiendo los pasos que te hemos indicado en el apartado anterior.
En realidad, realizar una profunda investigación antes de invertir es algo que debe aplicarse a cualquier tipo de producto financiero, no sólo en el caso de las criptomonedas.
En el caso de las criptomonedas, el gran problema es que buena parte de ellas pueden considerarse shitcoins. Y es que, a fecha de marzo de 2023 se han contabilizado alrededor de 23.000 monedas digitales diferentes disponibles en el mercado, según CoinMarketCap, y -de primeras- solo unas 9.000 se encuentran verdaderamente activas.
Aun así, no existe un número preciso de criptomonedas que puedan ser consideradas shitcoins, ya que –como hemos comentado– esto puede variar según la opinión de cada persona en la comunidad. Pero el riesgo está presente. Por ejemplo las memecoins como Doge, Pepe o Shiba, pueden considerarse shitcoins pero aún así revalorizaron su valor.
¿Qué tener en cuenta antes de invertir en shitcoins?
A la vista de esos criterios subjetivos, que pueden ser más o menos laxos, se puede considerar que una shitcoin es una moneda con bajo valor de mercado, una base de usuarios limitada o un desarrollo deficiente. Pero eso no necesariamente refleja el valor o el potencial a largo plazo de una criptomoneda.
Es decir, no todas las criptomonedas son iguales. De hecho, algunas altcoins -las alternativas a las tradicionales y más populares como Bitcoin o Ethereum- han demostrado ser útiles e innovadoras. Y han contribuido positivamente al desarrollo de la tecnología blockchain.
Además, el atractivo de las shitcoins radica en su -por lo general- bajo precio y en la esperanza de que puedan alcanzar los mismos niveles de éxito que las monedas con más recorrido. Y muchos creen que son una oportunidad para obtener grandes beneficios con una pequeña inversión inicial.
Y aunque esto no es siempre cierto, a veces sucede. Es básico tener en cuenta que el mercado de las criptomonedas es extremadamente volátil y que los precios pueden cambiar rápidamente. Por lo tanto, tener una estrategia clara y disciplinada al invertir en criptomonedas, incluso en el caso de shitcoins, puede ser rentable.
Eso sí, es importante no caer en generalizaciones y siempre investigar y evaluar cada proyecto individualmente antes de tomar una decisión de inversión.
Es difícil determinar cuándo se trata de una shitcoin, pero aquí es donde entra en juego el análisis del valor real de la criptomoneda, su utilidad y su viabilidad a largo plazo. También el estudio de los patrones de precios y la acción del mercado. Ambos métodos te serán de utilidad para determinar si una shitcoin realmente lo es.
