Si te preguntas qué es un subsidio, cuáles son sus tipos y la diferencia con respecto a una prestación, en este post encontrarás las claves.
Los Gobiernos tienen diferentes fórmulas de cubrir las necesidades de los colectivos más necesitados o de proveerles acceso a bienes básicos. Los subsidios son una de las formas de hacerlo.
¿Qué es un subsidio?
La RAE define subsidio como una “prestación pública de carácter asistencial y duración determinada”, en tanto que desde Oxford lo identifica como una “ayuda económica que una persona o entidad recibe de un organismo oficial para satisfacer una necesidad determinada”.
Los subsidios son una herramienta que se usa principalmente para conseguir objetivos de carácter social. En otras palabras, ayudar a los más necesitados para que no se queden atrás.
Por ejemplo, pueden subvencionar alimentos básicos o cubrir el aumento de precios por la inflación para las familias con menos recursos. También pueden servir para abonar servicios fundamentales, como el acceso a luz o calefacción, como hace en España el Bono Social de Electricidad.
Otros subsidios muy comunes son los que cubren la falta de ingresos en determinadas situaciones, como por ejemplo el subsidio por desempleo o el subsidio para mayores de 52 años. Este tipo de subvenciones tienen normalmente una duración determinada.
Lo que no cambia es su objetivo: evitar que los beneficiarios caigan en la pobreza y marginación social.
Diferencia entre un subsidio y una prestación: el ejemplo del paro
Los subsidios son uno de los tipos de ayuda que puede proveer el Estado y lo que la define es su carácter asistencial.
Para que lo entiendas mejor, el mejor ejemplo es la diferencia entre el subsidio y la prestación contributiva por desempleo, más conocida como el paro.
La prestación por desempleo está ligada a las contribuciones que ha realizado el trabajador. Es decir, para poder cobrar el paro como tal es necesario haber trabajado un número mínimo de días. En concreto, se puede acceder a ella después de haber trabajado por lo menos 360 días.
Además, la duración de esta prestación también está ligada al tiempo trabajado.
Por su parte, el subsidio por desempleo se entrega a las personas que no suman un año de cotización y sus requisitos tienen más que ver con la situación financiera que con las cotizaciones.
Para acceder a él es necesario haber cotizado 3 meses si tienes responsabilidades familiares y 6 meses en caso contrario. Además, se puede cobrar si no recibes rentas superiores al 75% del salario mínimo interprofesional.
Este es el subsidio básico, pero no el único con el que cuenta el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que dispone de otros subsidios como el subsidio extraordinario por desempleo o la ayuda de 400 euros para mayores de 52 años.
Algo parecido ocurre con la pensión de jubilación. Existe una pensión contributiva que reciben quienes han cotizado por lo menos 15 años y una prestación no contributiva que tiene carácter asistencial y que se entrega a quienes tienen ingresos inferiores a 6.784,54 euros.
En definitiva, la diferencia entre un subsidio y una prestación es que uno tiene un carácter asistencial y la otra un carácter contributivo.
Tipos de subsidios
Los Gobiernos pueden crear subsidios para los ciudadanos y también para las empresas. En este último caso el objetivo suele ser mantener un nivel de precios sobre el producto que fabrican.
Los diferentes tipos de subsidios se determinan en función de lo se quiera promover y cómo lo hagan. Así, se puede distinguir entre subsidios a la demanda y subsidios a la oferta.
Los subsidios a la demanda buscan ayudar directamente al usuario. En otras palabras, reducir el coste que tienen que un determinado servicio y que el ciudadano pague menos. Se dividen entre los subsidios directos y cruzados.
Con los subsidios directos, el Estado paga directamente una parte del servicio que quiere subvencionar. Los subsidios cruzados tienen en cuenta la situación personal de cada familia para subsidiar un servicio en mayor o menor medida.
Por su parte, los subsidios a la oferta se entregan a empresas, que son quienes ofrecen el producto.
Principales subsidios
El Estado cuenta con infinidad de ayudas y subsidios a disposición de los ciudadanos. A modo de ejemplo, el SEPE ofrece hasta 8 subsidios diferentes para quienes están en situación por desempleo con son:
- El subsidio por cotización insuficiente.
- La ayuda familiar o subsidio por agotamiento de la prestación contributiva, con cargas familiares.
- El subsidio para mayores de 45 años.
- El subsidio para mayores de 52 años.
- Subsidio para emigrantes retornados.
- Subsidio para liberados de prisión.
- Subsidio por revisión de una incapacidad.
- Subsidio y renta agraria.
- Subsidio para empleados de hogar.
- Subsidio o prestación para trabajadores del sector artístico y cultural.
A estos subsidios se suman otras ayudas estatales como la Renta Activa de Inserción o el Ingreso Mínimo Vital, así como diferentes deducciones y ayudas fiscales.
