Cuando no se paga una deuda, una forma común de asegurar que se cumpla con esa obligación es el embargo de una cuenta bancaria. Esto significa que se retira el dinero adecuado de la cuenta corriente para cumplir con las obligaciones del titular.
Sin embargo, para que se produzca esta situación es preciso que se den algunas circunstancias. A continuación, te contamos todos los detalles que necesitas saber.
¿Qué es el embargo de una cuenta bancaria?
El embargo de una cuenta bancaria es un procedimiento legal, destinado a obligar a alguien a saldar una determinada deuda de forma forzosa. Se trata de un procedimiento ejecutivo que viene contemplado en la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Existen dos tipos principales de embargos, administrativos y judiciales:
- Los embargos administrativos son ejecutados por entidades como la Agencia Tributaria o la Seguridad Social, generalmente para cobrar multas, impuestos municipales…
- Los embargos judiciales son ordenados por un juez como resultado de una demanda, ya sea presentada por particulares o por empresas, para cobrar deudas civiles o mercantiles.
Es importante destacar la diferencia entre embargos judiciales y administrativos, porque cada tipo sigue normativas y procedimientos distintos. De hecho, los embargos administrativos pueden variar incluso según el organismo que los tramite y también se puede echar atrás por la vía judicial.
Además, las entidades privadas no tienen la capacidad de embargar directamente una cuenta bancaria; deben recurrir al sistema judicial para ello. Esto incluye a los propios bancos, que no pueden realizar embargos por cuenta propia, al menos, dentro de la legalidad.
Es decir, una Administración Pública puede realizar un embargo en cuenta directamente, pero para que una entidad privada proceda, es necesario que lo ordene un juez.
¿Cómo funciona el embargo de una cuenta bancaria?
Como comentábamos, el proceso de embargo se inicia desde un organismo de la administración pública o por un juez, mientras que el banco actúa como mediador en el proceso.
Así pues, cuando el banco recibe la orden de embargo, retiene una cantidad de dinero de tu cuenta.
Aunque ese dinero puede seguir apareciendo en tu saldo, estará bloqueado y no podrás usarlo para nada más que pagar la deuda pendiente.
Los bancos están obligados a cumplir con las órdenes de embargo y no pueden negarse a hacerlo. Así que, si tu banco embarga tu cuenta, no sirve de nada que le pidas que lo anulen.
Una vez que el banco recibe la orden, debe informarte del embargo y la cantidad retenida. Esto te da tiempo para ejercer tus derechos y oponerte al embargo si es necesario por los procedimientos legales. De hecho, no pueden embargar tu cuenta sin avisarte antes.
Esta notificación es obligatoria tanto para el banco como para el juzgado o el organismo que ordena el embargo.
El embargo se mantiene por un tiempo, denominado período de retención. Si después de ese plazo no has pagado la deuda o no has justificado su anulación, el banco transfiere el dinero retenido al organismo que ordenó el embargo.
¿Puedo seguir usando una cuenta embargada?
El embargo no es lo mismo que un bloqueo de la cuenta. Tu cuenta puede (y decimos sólo puede) seguir funcionando con normalidad, lo que significa que podrás hacer ingresos, transferencias, pagar compras, etc. En general, puedes usar los fondos que no hayan sido embargados.
De hecho, cuando se produce un embargo únicamente se retira el dinero en cuenta hasta cubrir la cantidad pendiente (o todo el saldo si no fuese suficiente). Pero después de eso, generalmente la cuenta sigue su funcionamiento normal..
Sin embargo, no todos los procesos de embargo son iguales. En algunos casos, la orden judicial también puede incluir el bloqueo de la cuenta, impidiéndote operar de cualquier forma.
Además, si la deuda inicial es mayor que el saldo de tu cuenta y posteriormente haces un ingreso, ese nuevo dinero también puede ser embargado en un momento posterior, aunque no suceda de inmediato.
¿Cuánto dinero me pueden quitar de la cuenta con un embargo?
Primero, el importe embargado no puede superar la deuda que debes, de lo contrario se trataría de un error del que deberás informar.
Además, aunque no tengas suficiente dinero en tu cuenta para pagar la deuda, no te pueden dejar en descubierto, esto es, en números rojos. Y es que, el embargo solo se aplica sobre el dinero que tengas en tu cuenta en ese momento.
Por otro lado, existen leyes que establecen límites y cantidades protegidas que no se pueden embargar. Estos límites garantizan que el deudor conserve un mínimo de dinero necesario para cubrir sus necesidades básicas y las de su familia.
Por ejemplo, si en tu cuenta recibes tu nómina o pensión, solo podrán embargar los fondos que superen el salario mínimo interprofesional (SMI). Esto también aplica a los ingresos de los autónomos hasta esa cantidad. Así que, si tu saldo es inferior al salario mínimo, no pueden embargártelo.
A esto se suman ciertos límites adicionales según diversos criterios, como tus ingresos (sueldo y pensión en relación al SMI) o tus cargas familiares.
Estos son los límites de los embargos en nómina, es decir, la cantidad máxima que te pueden embargar según cuánto cobres:
- Por debajo del SMI, nada.
- El doble del SMI, un 30% de lo que supere el SMI.
- Cantidad adicional entre que supere tres veces el SMI, un 50%.
- Cantidad adicional que supere cuatro veces el SMI, un 60%.
- Todo lo que supere cinco veces el SMI, un 75%.
Ten en cuenta que, en la práctica, puede ocurrir que el banco no respete estos límites, ya que a veces “no puede saber” de dónde proviene el dinero en tu cuenta (spoiler: en realidad, sí puede). En estos casos, es posible que tengas que demostrar que los fondos provienen de tu nómina o pensión.
Por otro lado, si la cuenta es compartida por varios titulares y el embargo solo afecta a uno de ellos, solo se puede embargar la parte proporcional de ese titular. Por ejemplo, si tu cuenta tiene dos titulares, el embargo solo puede afectar al 50% del saldo.
¿Cuánto dura un embargo de cuenta bancaria?
Como hemos comentado, al principio habrá un período de retención del dinero. Durante este tiempo, no podrás sacar el dinero de tu cuenta para otro uso que no sea pagar la deuda pendiente.
Para que el banco deje de retener el dinero, debe recibir una orden del organismo que dictó el embargo, conocida como “levantamiento de retenciones”. Si no, los fondos serán retirados de tu cuenta pasado el plazo.
Así, los plazos de retención varían según el tipo de embargo y el organismo que lo ordene:
- Embargos judiciales: normalmente, el saldo se retiene por un par de días. Pero en algunos casos te pueden volver a retener el dinero que vayas ingresando hasta que se salde toda la deuda o se cancele el embargo.
- Embargos de la Seguridad Social: el plazo para retener el dinero suele ser de 10 a 15 días.
- Embargos de Hacienda (la Agencia Estatal de Administración Tributaria): estos embargos suelen tener un plazo de retención de alrededor de 20 días.
- Embargos de otros organismos (municipales, autonómicos, diputaciones, etc.): los plazos suelen ser de aproximadamente 20 días.
Qué hacer si me embargan la cuenta
Si tu cuenta bancaria ha sido embargada, lo primero que debes hacer es averiguar quién ordenó el embargo y por qué motivo, aunque el banco te informará de quién procede el embargo.
Si no te lo han dado ya (lo cual, recordamos, es obligatorio), pide a tu banco una copia detallada de la orden de embargo, donde se especifique el organismo responsable, la cantidad embargada y los detalles de la deuda.
Una vez tengas esta información, puedes tomar las siguientes acciones dependiendo de tu situación:
- Reclamar. Si consideras que el embargo es incorrecto o excesivo, presenta una reclamación ante el juzgado o el organismo que lo haya ordenado. También puede ocurrir que se haya superado el límite permitido. En su caso, lo podrá anular o modificar.
- Pagar. Si deseas saldar la deuda y levantar el embargo lo antes posible, efectúa un pago a la cuenta que te indique la entidad que ordenó el embargo. Asegúrate de incluir el número de expediente en el concepto del pago. Una vez realizado el pago, solicita al organismo un certificado que acredite el pago y que notifique al banco el levantamiento del embargo.
- Negociar. Si no puedes pagar la deuda de inmediato, pero planeas hacerlo, intenta negociar con el acreedor unas condiciones de pago más flexibles. En el caso de las administraciones, como Hacienda o la Seguridad Social, suele ser posible solicitar un aplazamiento o fraccionamiento de la deuda.
